Dijo Raphael Dwamena tras volver al fútbol en contra de la opinión mayoritaria de los médicos que no tenía miedo porque Dios cuidaba siempre de su corazón. Pero desgraciadamente para sus intereses, ni con ayuda divina. La etapa en Dinamarca del delantero ghanés, segundo fichaje más caro de la historia del Levante UD, ha tocado a su fin. Así lo ha anunciado este martes el Velje Boldklub, que el pasado verano anunció su fichaje hasta 2023. "Lo sentimos en nombre de Raphael , pero las partes han sido conscientes desde el principio de las consecuencias", explica el director general, Jacob Krüger, en una nota de prensa difundida por el propio club.

El desfibrilador (DAI) que tiene implantado desde enero ha vuelto a arrojar valores demasiados altos. Suficientes para ratificar que su vida corre peligro. Lo mismo que hace un año con el Zaragoza, cuando sufrió mareos yse disparó el holter que ya monitorizaba su corazón. La reglamentación española impide que un futbolista juegue con un DAI, el dispositivo que le colocaron en Zaragoza para controlar sus arritmias graves. Con la ley danesa, más laxa en este sentido, se le abrió una puerta a la esperanza. Sin embargo, ya está cerrada. A excepción de su médico de confianza en Suiza, el mismo que validó que jugara en el Zurich, el resto desaconsejaban que volviese a los terrenos de fútbol.

Dwamena siempre ha conservado la esperanza de volver a jugar. Pero en el Levante UD tenían claro que eso era imposible. Incluso que en el peor de los casos habrían optado porque estuviese en el club cobrando pero sin ficha federativa. Tras el acuerdo del pasado verano, entre perder y más perder la decisión fue negociar su desvinculación.

El delantero renunció a uno de los dos años que le quedaban de contrato y cobró prácticamente íntegros los 850.000 euros de ficha del otro. El Velje Boldbluk no hizo ningún desembolso por su fichaje pero a cambio de asumir riesgos sí que firmó con el futbolista una cláusula privada por la cual se protegía en caso de otro problema como el actual.

Aunque públicamente no se han dado detalles, Dwamena accedió a renunciar a sus tres años de contrato en Dinamarca si los controles médicos volvían a apartarlo del fútbol. Le ha dado tiempo a jugar cinco partidos en los que marcó dos goles. "Estoy realmente agradecido por la oportunidad que me dieron", dice el jugador, que continúa bajo supervisión médica y ante el que se abre un incierto futuro.

Alertados por sus problemas en la revisión de 2017 con el Brighton, los servicios médicos del Levante sometieron al punta a una revisión médica a su llegada a València. Al resultado de estos análisis se sumaron los de las dos pruebas a las que se había sometido en Alemania, cuando el CSKA de Moscú estuvo a punto de ficharle. Todos los análisis fueron satisfactorios. Lo mismo ocurrió con la revisión que superó con el Zaragoza. La realidad ha sido muy distinta.