El problema de la delantera es evidente. La falta de gol no afecta sin embargo solo a los nueves y es que Roger lleva dos y Morales cuatro. Ambos han respondido con números, pero el colectivo no ha tenido un buen arranque y eso se ha notado en campo contrario. Apenas un gol de Vezo y Melero contribuyen al registro anotador de un equipo que en dos partidos ha estado una hora de juego con uno más sobre el césped. En ambos logró empatar y tuvo ocasiones para ganar el encuentro. No tantas como se esperaba pero sí claras. Como la de Sergio León, quien con todo a placer envió el balón a la madera y pecó de lento en el rechace. Y del 2-1, tres puntos y tranquilidad durante el parón al empate y el nerviosismo. El andaluz además, más allá de su falló, también mostró cierto pasotismo en cada carrera. Y le puso las cosas muy fáciles a los defensas del Alavés.

El delantero fue titular en la primera jornada en el Derbi con Roger lesionado. El técnico le dio confianza en ese sentido, pero su partido fue gris tirando a negro. Escondido, sin influencia, mal en asociación y egoísta en la finalización. Desde entonces estuvo cinco partidos seguidos sin disputar un solo minuto. El primero de ellos con victoria para el conjunto de Paco López, en El Sadar. Después, una racha de tres derrotas y un empate hasta que llegó el Granada-Levante. Con problemas de gol, el entrenador de Silla confió en el Sergio León para la media hora final, pero no estuvo bien. No conectó con el ritmo del partido, ni con lo que exigía el duelo.

El problema de Sergio León llegó, aún más, en el enfrentamiento de este pasado domingo contra el Alavés. Paco López dio la titularidad a Dani Gómez y el atacante no estuvo mal. Bien en el desmarque, fino en el pase y con la sensación de ir cogiéndose pero todavía sin mirar a portería. En ese contexto, el final de partido llega con el entrenador dando de nuevo minutos a Sergio León. Y el nueve tuvo la mejor ocasión de la tarde. Un centro desde la derecha de Campaña dirigido a Clerc acabó con el lateral asistiendo al delantero andaluz, que solo, con el portero batido y en boca de gol, envió el balón a la madera. El rechace le permitió una nueva oportunidad al atacante, que de nuevo falló ante Laguardia, quien cerró las puertas del gol a Sergio León en el Ciutat.

Sensaciones e implicación

El problema con Sergio León va más allá incluso de su falta de gol. En 25 partidos como levantinista en competición liguera ha hecho solo uno de hecho, el que anotó contra el Valladolid en el 2-0 en Orriols. En total, siete titularidades para el ‘7’, quien tampoco ha estado bien en las mismas.

Su implicación, o al menos lo que muestra en la actitud corporal, parece mejorable. Tanto por desgaste físico, como por conexión con el resto. Ante el Celta de Vigo salió y pecó de egoismo en varias acciones. Una de ellas clara en la que hizo su acción más típica, recorte y golpeo lejano. Aunque sin suerte de cara a portería. Y en esas ganas de recuperar el balón en último tercio también tiene una cuenta pendiente a mejorar. En definitiva, Sergio León se ha convertido en un problema para el equipo por muchos motivos. El primero de ellos por la ficha, el segundo por la falta de soluciones que aporta cada vez que sale desde el banquillo y el tercero porque la delantera no tiene el nivel, entre otras cosas porque él no ha querido marcharse a otro lugar para dejar hueco a alguien que pudiera aportar más. Y la peor noticia es que el futuro más cercano, más allá del momento actual que vive el bloque, no invita al optimismo.