Calma bajo palos en el Ciutat de València. Por un lado, Aitor Fernández a expensas de lo que le diga el especialista que controla su evolución. Por el otro, Dani Cárdenas y demostró que está preparado para coger la responsabilidad de nuevo contra el equipo de Bordalás. Ya sea con uno o con otro, Paco López puede hacer un once con la sensación de que la portería está en las mejores manos posibles.

Cárdenas tuvo en el estadio José Zorrilla la oportunidad que llevaba mucho tiempo esperando. El sueño de debutar en Primera se asumía como una ocasión de oro y el contexto además obligaba a una actuación sin fallos. Y así fue. De menos a más, el meta tuvo en la primera parte que responder en el juego aéreo para alejar el balón del área granota en varias ocasiones. En la segunda tiró colocación y madurez, a pesar de su juventud. Dos situaciones clave le pusieron a examen. La primera fue una contra que acabó con Alcaraz encarando al portero. Y detrás de ese fallo del centrocampista hay mucho trabajo previo. El meta había estado viendo vídeos de las definiciones de algunos futbolistas, entre ellos de Alcaraz, y por eso eligió mantenerse centrado aunque un poco hacia su lado izquierdo. Con ese gesto le obligó a ajustar más de la cuenta y el balón se marchó fuera. En el último suspiro llegó la segunda acción clave. Jota se marchó de Postigo y definió ante Cárdenas. El meta se mantuvo completamente de pie y no se venció. Con esa parada murió el partido y llegó el final de un debut soñado salvo por el resultado, que fue de empate.

Con el choque terminado, las declaraciones de Cárdenas demostraron que el ambiente en la portería es el que debe ser. Agradeció el apoyo de Koke y se acordó de Aitor. Además, el portero recibió el apoyo del vestuario, que le felicitó por la actuación y por la seguridad que había mostrado en todo momento. En definitiva, el debut es una buena noticia para todas las partes y es que Cárdenas, después de mucho tiempo 'picando piedra' y ganándose la oportunidad con el filial, ha demostrado que está listo para el salto cuando se le necesite. Y eso puede ser este sábado ante el Getafe, aunque Aitor Fernández no esté descartado para la cita.

Buanas noticias para Aitor

En el caso del meta de Mondragón, por su parte, tiene prevista en breve una visita al especialista que está controlando su evolución después de haber recibido buenas noticias en los últimos días tras el preocupante golpe que se llevó en la acción del gol encajado ante el Elche CF. Inicialmente las consecuencias de la acción hicieron que se perdiese el choque ante el Valladolid y que no fuese descartable incluso que el guardameta pasase por quirófano, pero su mejoría ha sido notable en las últimas jornadas hasta el punto de que todo apunta a que no habrá operación y él mismo está dispuesto a apretar los dientes todo lo que haga falta para volver cuanto antes. La inflamación, aunque no totalmente, ha remitido de forma notable y el meta, que ya aguantó ante el Elche media hora con un fuerte dolor en la zona testicular, se muestra dispuesto a jugar si los doctores le dan luz verde.

En términos médicos el hecho de que el hematoma haya empezado a salir ya desde la semana pasada es muy positivo (porque no permanece de forma interna y así drena) y el guardameta está haciendo trabajos leves en la ciudad deportiva de Buñol al margen del grupo todos los días.

Getafe o Barça

La visita al urólogo de Aitor se estima por tanto clave de cara a evaluar sus opciones reales de estar ya en el partido de este sábado y es que, aunque pueda parecer un poco prematuro, el guardameta está dispuesto a hacer lo que haga falta para jugar este partido si puede y si no, el siguiente en can Barça. Aitor es consciente de lo que le ha costado llegar hasta la titularidad en la portería granota y al mismo tiempo convencido de que todos tienen que dar el máximo para revertir la situación, que dicho sea de paso preocupa pero no en exceso ya que el sentir general es que el equipo pese a no ganar se mantiene siempre muy cerca de la victoria y a poco que aumente el grado de acierto llegarán los triunfos.