Cinco empates son demasiados para cualquier equipo. Tan cerca de la victoria y al mismo tiempo de la derrota. Eso supone una doble sensación y es que ningún rival es superior pero al mismo tiempo no se consigue superar con crecer a los oponentes. Ni con uno menos ha sido suficiente, como pasó contra el Granada y el Alavés. Por eso el vestuario granota ha hecho autocrítica y ya trabaja en esa reacción. El colectivo está convencido de que hay cosas que se han hecho bien pero también ha cambiado el chip. Está entrenando mejor que nunca y es que todos son conscientes de que las cosas no están saliendo como se esperaba. Además, situaciones como la lesión de Aitor, la de Roger al inicio de curso más el positivo por Covid después, o las bajas de Bardhi y Campaña durante algunos partidos son de nombres capitales sobre el terreno de juego. Pero no hay excusas y el equipo está convencido de que los tres puntos contra el Getafe se van a quedar en casa. Y con una victoria es mucho más fácil crecer.

El vestuario es el primero que sabe que hay aspectos a mejorar. No encajar tantos goles, encontrar regularidad durante los partidos y no ofrecer dos caras —como contra el Elche— y lograr más situaciones de gol partido tras partido. Pero a pesar de eso, el Levante ha estado siempre metido en los partidos y en algunos de ellos más cerca del triunfo que de la derrota. El mejor ejemplo fue el choque contra el Celta de Vigo, con el gol anulado de manera injusta por parte de Melero López, o la ocasión a portería vacía prácticamente de Sergio León contra el Alavés. Por eso mismo, la sensación es que ganando dos partidos seguidos la situación daría un giro de 180 grados. En ese sentido, la mejoría empieza también por dar el máximo en los entrenamientos y ya son muchos los jugadores que han reconocido que se está entrenando a un nivel altísimo. Aitor Fernández lo dijo hace tan solo unos días. «Llevamos dos meses sin ganar, tenemos muchísimas ganas de hacerlo y de hacer buen juego. Creo que el equipo está bien, pero queremos hacer ese partido perfecto. Venimos entrenando a un nivel muy alto, bastante más alto incluso que el año pasado, pero con este nivel de entrenamiento las cosas saldrán, no tengo dudas. Tengo confianza en el equipo. Sí es cierto que no ganamos, pero ningún rival está siendo superior a nosotros», señaló el guardameta.

La primera piedra pasa por los entrenamientos. Cada sesión es vital para llegar mejor a los partidos. Y más en el contexto actual. Además, en vistas al futuro más próximo el partido contra el Getafe no permite otra cosa que intensidad máxima. Los de Pepe Bordalás no llegan al Ciutat de València en un buen momento. Le cuesta cada vez más ganar partidos y es que solo lo ha hecho en tres ocasiones esta temporada. Lleva concretamente desde el 17 de octubre, cuando lo hizo ante el Barcelona por 1-0 en el Coliseum Alfonso Pérez, sin ganar.Presión en la espalda

Cada partido sin ganar es un encuentro más añadiendo presión y eso es clave. Tanto para el entrenador como para los propios futbolistas un triunfo supone también quitarse esa losa de estar en la zona de peligro. No queda otra de hecho. Una victoria además dejaría al Levante fuera del descenso si el Celta de Vigo no consigue ganar o empatar en Bilbao y el Valladolid hace lo mismo. Por tanto, el duelo vuelve a ser clave y el vestuario se siente capacitado para revertir la situación.