Desveló Paco López en la víspera que la falta de efectividad era de acuerdo a un informe interno el principal motivo por el que el Levante estaba en descenso. Una conclusión basada en datos y sensaciones confirmados con la remontada ante la Real Sociedad. Una victoria de muchos quilates construida en la pegada de De Frutos y Roger en el área rival y la contundencia de Aitor en la propia. El golazo a última hora del extremo segoviano, fundamental en la reacción de las últimas jornadas, premió el esfuerzo y la fe granota. Y eso que esta vez arrancó desde el banquillo. El equipo de Paco estuvo por debajo en cuanto a juego y ocasiones del de Imanol, sobre todo en la segunda parte. Pero su letalidad en los últimos metros fue petróleo. Aunque no alcanzan para el octavo puesto al que se refería el big data, los tres puntos sí que valen para escalar a una zona templada y confirmar que la crisis con la que llegaron a temblar los cimientos es historia. El papel de los fichajes volvió a ser clave.

Más cerca de la clasificación que merece y con menos agobios, el Levante sufrió hasta el último suspiro. Por primera vez en muchas jornadas el partido murió en su área. Después de dos saques de esquina la tuvo Merino, pero los granotas estaban preparados para sufrir. Sorteando el temido 1-1, el resultado al que estuvieron condenados cinco jornadas seguidas, los de Paco se agarraron con uñas y dientes al triunfo, el segundo en casa. Seis puntos y un alivio grande. Enorme. Mucho más porque de buenas a primeras el partido se puso cuesta arriba con un tempranero gol de Isak. Una falta directa que rebotó en la barrera y descolocó a Aitor Fernández.

Al Levante no le podian pasar más desgracias después de una víspera que había sido de aúpa. El positivo de Duarte tuvo al equipo en vilo hasta pasada la medianoche, cuando el doctor confirmó que todos los PCR de la mañana habían dado negativo. También el de Toño, aunque se quedó fuera de la lista por precaución tras haber compartido vehículo con el tico. Ninguna de esas dos ausencias alteró el once inicial en el que las novedades fueron Miramón, Rochina y Morales por Coke, Melero y De Frutos. Rotaciones de refresco.

Con ese contexto, lo mejor que podía pasarle a un Levante bien plantado era empatar pronto para evitar la ansiedad. Y apenas pasaron seis minutos. Quién si no que Roger para hacerlo. El Pistolero, que venía de un partidazo en Can Barça, apareció donde tiene que estar siempre un nueve. Un disparo de Dani Gómez, también notable, resbaló por el cuerpo de Remiro. Y el rechace acabó en el punto donde Roger había intuido que lo haría. La jugada venía de un robo de Postigo al que Vukcevic dio profundidad. El libreto que mejor interpretaron los granotas.

Con Duarte de cuarentena, Róber Pier entró al descanso por el lesionado Postigo. La segunda parte fue de la Real, con ocasiones por un tubo. Pero Zubeldia y Merquelanz se toparon con Aitor, infranqueable. El portero de Mondragón, que vuelve por sus fueros, solo no pudo con un disparo en el que por suerte Isak estaba en fuera en fuera de juego. En el área contraria, quitando una jugada aislada de Morales, el exgranota Remiro era un espectador. Una peligrosa dinámica ante la que Paco López movió ficha. El técnico no se fiaba de que Vukcevic llevara amarilla y de hecho no pudo disimular el disgusto cuando la vio por un codazo. Así que enseguida metió a Melero y refrescó a Morales por De Frutos, un cambio clave que precipitaría la victoria. Nada más entrar, entre los dos generaron una oportunidad después de que el extremo hiciera bueno un mal control que el mediocentro remató forzado. Se guardaban lo mejor.

El Levante seguía bien plantado pero no acababa de generar un flujo continuo de ocasiones. Apenas fueron dos aisladas de Rochina más un cabezazo de Roger que impactó en el brazo pegado de Zubeldia. Pero lo mejor estaba por llegar. Y lo trajo el futbolista que junto a Dani Gómez más ha cambiado la dinámica. Eléctrico en sus movimientos y con la inercia positiva de su gran día con el Getafe, De Frutos se intercambió esta vez las tornas con Melero para maniobrar en un palmo de terreno y rematar su pase a la red. Por fin al Levante empieza a salirle cara. Ya tocaba.