El Levante UD celebró la Junta de accionistas 2020 este lunes en la Fundación Bancaja, un evento presencial respetando las medidas de seguridad por el Covid-19. “Han sido meses de los más difíciles que hemos tenido que gestionar en estos once años al frente del club. Estamos orgullosos de no haber tenido que tomar ninguna medida drástico respecto al empleo”, dijo Quico, que agradeció a la primera plantilla el gesto de haberse reducido la pasada temporada el suelo.

El beneficio después de impuestos ha sido de poco más de 77.000 euros, aunque aun así se encadenan once ejercicios seguidos con superávit. El patrimonio neto es de 41 millones y se han cancelado los créditos ordinarios de la ley concursal. “El Levante puede presumir desde su humildad haber estado en la Comisión Delegada de LaLiga, donde se han tomado decisiones relevantes que están afectando al mundo del fútbol. Hemos sido elegidos por clubes y es motivo de satisfacción”, explicó el presidente, que sacó pecho por el crecimiento social: “Hoy somos 15.000 accionistas más que hace diez años. Y un récord de abonados, más de 21.000”.

El valor de mercado de la plantilla del Levante, según explicó Ignacio Gil, director financiero, es de 110 millones de euros. El ratio de coste está en torno al 50 por ciento de acuerdo a los criterios del fair-play, mientras que el de deuda neta ha subido del 25 al 44 por ciento debido a la cifra de ingresos del año pasado de más de 100 millones de ingresos por traspasos, una cifra aun así “muy razonable. El fondo de maniobra es negativo tras crecer en 8,8 millones de manera considerable. El motivo es que en la 19/20 se ha atendido desde la tesorería el pago de las certificaciones de obra de la reforma del estadio, ya que cuando vencieron aún no se había formalizado el crédito con el Grupo Rotschild. Tras la firma es muy similar al de ejercicios precedentes.