El Levante mantiene en pie su oferta de por vida a Morales

La propuesta permite al jugador decidir unilateralmente si continúa aunque la ha declinado

El Levante mantiene en pie su oferta de por vida a Morales

El Levante mantiene en pie su oferta de por vida a Morales

Rafa Marín

Rafa Marín

El terremoto de Morales ha sacudido los cimientos del Ciutat, pero pese a tratarse de una papeleta complicada, desde el Levante se mantiene la calma y la confianza en que todo llegue a buen puerto. Precisamente con ese objetivo sigue en pie la oferta de renovación por parte del club, consistente en que sea el propio jugador quien decida unilateralmente si la prorroga de año en año. Bastaría con que se sienta en condiciones de seguir compitiendo y que cumpla con unos requisitos mínimos.

Eso es al menos a lo que se comprometió Quico Catalán, un principio de acuerdo que primero por el fair-play y luego por la pandemia no ha habido forma de pasarlo al papel. Pero una propuesta también que al jugador le parece insuficiente, ya que su deseo es otro tipo de contrato por un periodo fijo y una mejora salarial. El presidente, igual que el entrenador, ha escuchado de boca del capitán su deseo de que le abran la puerta para negociar con otros clubes en este plazo de enero. Sin embargo, la respuesta del club y su área deportiva es muy clara. No contemplan su adiós ahora pese a quedar libre en junio.

El caso de Morales es difícil tanto por su trayectoria como por lo que significa para el club y el rol que desempeña en el equipo. No es la primera vez que pierde la condición de indiscutible pese a que siempre la ha acabado recuperando. La suplencia en La Cerámica después de haber participado en los cuatro goles contra el Betis, su mejor partido de la temporada, cayó como una bomba y eso que luego entró al campo en la segunda mitad. Aunque Paco López tiene muy en cuenta la gestión del vestuario, lo cierto es que Morales ha ido perdiendo peso desde los cambios tras el último parón de selecciones, cuando los granotas estaban con el agua al cuello a nivel de resultados. Aun así, el Comandante sigue siendo el delantero con más minutos acumulados, el cuarto de toda la plantilla y el máximo artillero con seis goles. Todo eso camino ya de los 34 años, una edad que condiciona y mucho el planteamiento tanto de presente como de futuro para su continuidad.

Posturas distanciadas

La cuestión de fondo es que en la óptica del jugador esa pérdida de protagonismo condiciona la propuesta de renovación de por vida que le ha trasladado el club. Además, su aspiración es un salario acorde a su rendimiento de las últimas temporadas, en las que rechazó ofertas superiores. En este sentido lo cierto es que la propuesta económica no se ha concretado y ese es otro de los puntos de desencuentro. El club, maniatado como se sabe por el fair-play y con necesidad de desprenderse de los sueldos más altos, no quiere estirar el brazo más que la manga, mientras que el futbolista entiende que merece otro tratamiento y un nuevo contrato que sea al alza.

Aunque las cartas están encima de la mesa y en los últimos días se ha producido una pequeña escalada de tensión, incluyendo ahí la resaca interna por el hecho de que la alineación contra el Villarreal trascendiera antes de hora, lo cierto es que en Orriols se confía en reconducir el asunto. Para el club no se trata de un futbolista más y del compromiso de Morales no hay ninguna duda después de tantas temporadas. Otra cosa es que sea un secreto a voces lo que le cuesta asimilar las suplencias. De todos modos, la opción de su salida este invierno se antoja remota. Y de aquí a junio se confía en un remedio que no signifique una ruptura sino una unión de por vida.