Supercopa de España

El sueño acabó demasiado pronto

El 0-3 en contra en apenas media hora de juego dejó KO a un Levante que perdió su oportunidad de ganar la Supercopa

El sueño acabó demasiado pronto

El sueño acabó demasiado pronto / EFE

Pablo Leiva

Pablo Leiva

En un abrir y cerrar de ojos terminó la final para el Levante. Trece años de espera pudieron ser una losa demasiado grande para un vestuario consciente de que estaba a un partido de hacer algo muy grande y el bloqueo generalizado se hizo evidente muy pronto. El Atlético fue un puñal y en los primeros quince minutos avisó en varias ocasiones. En el 18’ sin embargo, un disparo sencillo y sin excesiva fuerza de Deyna Castellanos acabó en el fondo de la red tras un grave error de Paraluta. Y llegó el bloqueo que acabó con dos tantos más en catorce minutos y el Levante aturdido antes del final del primer tiempo. En el segundo, el equipo de María Pry salió mejor y el cuadro rojiblanco bajó el ritmo, pero la sensación es que la espera hasta el 90’ fue demasiado dura para un Levante que no merecía un partido así. De nuevo, como ya sucedió hace un año, el golpe debe servir para hacerse más fuerte y aprender de los errores.

El inicio de partido mostró a un Levante más tímido que de costumbre. El Atlético, que se dio cuenta, salió con todo y celebró el primero en el minuto 18. Una jugada por la derecha acabó con Deyna Castellanos disparando a la portería defendida por Paraluta y la rumana no acertó a atrapar el balón. El 0-1 dejó tocado a un conjunto granota que tenía otro guión de partido y al que le costó reaccionar. La movilidad de Ludmila y Deyna y los desmarques de Njoya Anjara mostraron los defectos de una defensa que no acertaba a frenar las acometidas rojiblancas. Una detrás de otra. Al medio le costaba generar superioridad con balón y ni Claudia ni Toletti acertaban a conectar con Irene o Eva Navarro por fuera. El Atlético por su parte mantenía el orden y aprovechaba para robar y salir rápido. Y dio resultado. Una acción individual de Njoya Anjara dejó en el suelo a la defensa granota y fuera de plano a la portera y permitió subir el segundo en el marcador. Demasiado castigo para un Levante que, aunque no había salido bien, se encontró con un contundente 0-2 en apenas 22 minutos. Diez minutos después llegaría el tercero, con la firma de la misma protagonista.

Curiosamente, el tercero colochonero activó la versión más competitiva del equipo de María Pry, que luchó y lo intentó antes del descanso en busca de un gol que les metiera de nuevo en el partido. Pero sin suerte.

Tras el descanso el contexto fue idéntico. El Levante lo intentó y peleó viajando mucho más a la frontal del área rival que en todo el primer tiempo. Disparos de Banini y Alba Redondo tras su entrada al terreno de juego, arrancadas de carácter de Eva Navarro y carácter de Esther González que demostraron ese gen luchador de un equipo que peleó sin encontrar ninguna recompensa. Ni un gol que diera un halo de esperanza para una plantilla que antes de la final sabía de la oportunidad de oro que había entre manos en esta Supercopa. El duelo terminó con ese 0-3 que mostraba el marcador a los 32 minutos de juego. El mazazo fue muy duro. Igual que hace un año contra la Real Sociedad cuando el KO llegó en semifinales. Pero este grupo ya piensa en volver a estar en otra final y esta vez traer el título a casa.