El encuentro ante el Betis estuvo cerca de dejar un nuevo lesionado en la plantilla granota. El portero, que recibió un duro golpe en la jugada del 2-0, terminó con dolor y por el momento se mantiene la calma ya que hay tiempo de descanso por el parón de selecciones. Es más, en principio no va ni tan siquiera a dejar de entrenar.

En concreto, el futbolista sufrió un fuerte golpe en el gemelo y ya en un primer momento demostró estar muy tocado por el choque. A pesar de eso, la acción no le obligó a tener que abandonar el campo de manera inmediata y pudo concluir el encuentro. Eso sí, debido al dolor, el jugador se sometió a unas pruebas como ya anunció el club el viernes y éstas han descartado algo grave, por lo que aunque con dolor, se espera que pueda entrenar gracias a esa evolución positiva. Eso significaría que todo se queda en un susto y es que el propio jugador se asustó al notar el dolor y ver cómo tenía la zona el mismo viernes, algo que además hacía prever que no llegaría incluso al duelo del Huesca.