Pablo Martínez, el primer 'fichaje'

Llegó y se marchó sin hacer ruido pero entre medias, consciente de su valía, el Levante lo renovó hasta 2024 a mitad de julio como paso previo a su cesión al Mirandés. Pablo Martínez demostró maneras la pasada temporada y de hecho fue el canterano preferido de Paco López a la hora de echar mano del filial para el primer equipo. Buenas expectativas que ha confirmado en lo que va de esta en LaLiga Smartbank, categoría en la que se ha estrenado ya que su experiencia anterior se limitaba a 33 partidos (y cinco goles) con el San Sebastián de los Reyes de Segunda B, donde estuvo cedido por el Alcorcón.

A sus 23 años, el centrocampista madrileño está siendo una pieza clave en uno de los equipos revelación de Segunda, un auténtico caladero para los granotas como se ha demostrado con los casos de Malsa, Dani Gómez, De Frutos y Son. La trayectoria de Pablo no ha pasado desapercibida en Orriols, donde prácticamente se da por hecho que tendrá un sitio fijo en el próximo proyecto. Y es que los problemas con el fair-play invitan a poner en valor a un activo al alza por el que ya se han interesados varios clubes, entre ellos la mayoría de los que están en la pelea por el ascenso a Primera. Al igual que con el resto de cedidos, el área deportiva está muy encima de él. Después de cada jornada la remite un resumen muy detallado de su actuación con cortes de video.

Es fundamental y versátil en el Mirandés

Titular en 23 de las 33 partidos que van disputados, más otros cuatro en los que salió del banquillo y que elevan su participación al 77 por ciento de los minutos totales, Pablo ha destacado por su polivalencia para jugar en varias demarcaciones. Además de marcar dos goles ha actuado como centrocampista ofensivo y se ha llegado a desenvolver también como mediapunta e interior. El pasado fin de semana lo hizo para sorpresa de muchos como central en la que fue una de las actuaciones destacadas de la jornada, en especial por el detalle de que se enfrentaba en El Molinón a Djuka, de los mejores nueves de Segunda (1-2).

Esa versatilidad es una de las razones que invitan a los técnicos a darle la alternativa. A toro pasado, debido a las ausencias que se han ido acumulando en la medular, es posible que hubiese terminado teniendo minutos y un rol importante en varios tramos del campeonato. Sin embargo, el overbooking invitaba a que jugase minutos de calidad.

Además de sus virtudes para desenvolverse en varias zonas del campo, el otro gran aval de Pablo es su recorrido físico. Sus estadísticas de rendimiento arrojan datos tan positivos como una media superior a los 10 kilómetros recorridos por partido completo y esfuerzos continuos de alta intensidad. Son datos de los que ya había dejado constancia en Orriols. Primero con el filial, con el que disputó 20 partidos y marcó tres goles antes de que se suspendiera la Segunda B. Y después en sus cinco apariciones en Primera (apenas 28 minutos) y otras dos en Copa (131).