Julián Villarrubia, con nueve Dakares a sus espaldas, cambia de tercio y regresa a los orígenes de la prueba en el continente africano, de donde la competición original salió en 2008 alegando motivos de seguridad. Otros ocuparon su lugar, el África Eco Race, que desde hace doce años finaliza sin mayores problemas en el histórico lago rosa de Dakar, la capital de Senegal.

Muy pocos recuerdan al primer ganador de la categoría de motos, en 2009, el benicarlando José Manuel Pellicer, o a Alessandro Botturi, vencedor en 2019. Ahora, el piloto de Requena Julián Villarrubia será el único español en este rally cuyos participantes y vehículos se encuentran en Mónaco pasando las verificaciones antes de embarcar el domingo hacia Tánger (Marruecos), desde donde arrancarán las doce etapas entre el 7 y el 19 de enero.

Mientras otros tres valencianos como Joan Barreda, Daniel Albero y Nacho Sanchis disputan la primera edición del Dakar en Arabia Saudí, del 5 al 17 de enero, Julián Villarrubia ha regresado a los orígenes de la prueba en África para lograr lo que no pudieron en Sudamérica, demostrar que un parapléjico puede acabar el rally más duro del mundo en la categoría de motos.

Junto a Nicola Dutto, al que ayuda a correr con una moto adaptada desde aquellla caída a 150 km/h en la Baja Italia en 2012 que le dejó en silla de ruedas, y el también valenciano Pablo Toral, vivió su peor experiencia en rally cuando el Dakar los descalificó de forma rocambolesca en la quinta etapa de la pasada edición en Perú.

Pero volverá a intentarlo en el Africa Eco Race, por pistas y desiertos de Marruecos (5 etapas), Mauritania (6 días más) y Senegal (1), gracias al deseo de Nicola Dutto, que ha arrastrado de nuevo al veterano requenense, conductor de la EMT de València, y a Stefano Baldussi conel equipo Offroad Adventure Crew. Villarrubia tiene sobrada experiencia, y en su día fue clave para el triunfo del polaco Rafal Sonik en categoría de quads en el Dakar de 2015 en Sudamérica.«Tras los problemas con ASO en 2019, Nicola no tenía ganas de correr y pagarles a ellos, y en el Africa Eco Race desde el primer momento le abrieron las puertas. Él dijo que sí, pero yo no lo supe hasta prácticamente finales de octubre, aunque sabía desde verano que algo se estaba cociendo», explica Villarrubia a SUPER. «La ilusión es la misma de siempre, hacer lo posible para que Nicola termine la carrera, y si termina él terminamos todos. Nos estaremos demostrando que incluso un minusválido en moto puede terminar un rally de esta dureza».