El piloto español Fernando Alonso (Toyota) aún no se cree que en su debut en el Dakar sea capaz de terminar etapas de casi 500 kilómetros a solo 4 minutos del catarí Nasser Al Attiyah (Toyota), vigente campeón del rally y primer piloto del equipo de la marca japonesa de coches.

En la jornada de descanso del Dakar antes de afrontar la segunda semana de competición, Alonso aseguró que está "extremadamente contento" por su nivel de competitividad para el rally más duro del mundo, una incógnita que tenía en la cabeza desde que hace siete meses comenzó a prepararse para su debut en la carrera.

"Cuando llegué no sabía muy bien cuán competitivo podíamos ser en etapas de 500 kilómetros. No sabía si perdería una hora, 40 minutos o 22 minutos", recordó Alonso, que definió el Dakar como el mayor reto de su carrera al pasar de asfalto al desierto.

"En etapas como las del viernes, es totalmente increíble estar a 4 minutos de Nasser. Estoy más relajado y más contento de quitarme la duda de cuán competitivo podría ser en una especialidad tan diferente", añadió.

El piloto asturiano confesó que antes de su estreno en el Dakar no pensaba que iba a terminar tres de las seis etapas entre los diez primeros.

"En mis primeros test no sabía cómo ir ni cómo atacar una duna. Pensé que me haría falta cinco o seis años para ir a la mitad que Nasser o Giniel (De Villiers). Estoy muy sorprendido y muy contento", destacó Alonso.

"Quizás" corra más veces el Dakar

Preguntado por si le gustaría correr más veces el Dakar, el piloto asturiano respondió que "quizás sí", pero que ahora le resulta difícil dar una respuesta con seguridad.

"Todas las competiciones del motor me gustan y el Dakar sin duda tiene este espíritu de supervivencia y de amistad entre los participantes. Un día necesitas ayuda tú, otro te piden ayuda a ti. Tienes que estar siempre al cien por cien", explicó.

Alonso apuntó que no mira la clasificación general después del accidente que tuvo en la segunda etapa, cuando rompió una rueda al chocar contra una piedra en mitad de una nube de polvo, pero cree que podría estar entre los seis o siete primeros de no haber sufrido ese percance que le tomó dos horas y medio para repararlo.

Contento con el Top 10

"No sé realmente dónde podría estar. Si te digo la verdad, me da igual. Aquí o ganas o da igual ser segundo o decimotercero, y este año era consciente que no iba a luchar por esa posición, así que no me importa demasiado la clasificación general. Me haría ilusión un poco estar en el 'top 10'", comentó.

El ovetense apuntó que lo que ha encontrado en el Dakar era lo que en principio se esperaba, una disciplina con "cambios constantes de ritmo y de terreno".

"A veces haces 50 kilómetros a fondo en sexta en valles arenosos y con ninguna dificultad. Luego te metes en un río seco en piedras y cañones donde tienes que ir a 15 o 20 kilómetros por hora. Son cambios bastantes bruscos", relató Alonso.

"También la dificultad de la visibilidad. Cuando vas detrás de quads, las motos, los coches tienes que bajar mucho el ritmo con todas las trampas que hay a cada costado", agregó.

Por eso Alonso contó que se fía "al dedillo" de todas las indicaciones que le da Marc Coma, su copiloto, con la experiencia de sus cinco ediciones de Dakar ganadas en moto.

Más exigente mentalmente que la F1

El piloto señaló que el Dakar no es tan exigente físicamente como la Fórmula 1 o el mundial de resistencia pero sí mentalmente "a nivel de concentración".

"Hay que ir al cien por cien todo el tiempo. Hay muchas trampas aquí y allá, mucho terreno desconocido, y en eso esta disciplina es más exigente. También hay que cuidar la salud porque cualquier problema de estómago puede hacer muy largas las diez horas de coche que hacemos cada día", indicó.

El ovetense deseó poder estar entre los cinco primeros el mayor número de etapas posible durante los seis últimos días de competición que restan, cuando la caravana se adentrará el "Cuarto Vacío" de Arabia Saudí, un área de dunas de 650.000 kilómetros cuadrados prácticamente deshabitada.

Confía en su Toyota

Alonso anticipó que espera que el Toyota pueda igualar en las dunas del desierto la velocidad que tuvo el buggy de Mini durante la primera semana de competición, cuando la carrera se desarrolló por pistas duras, caminos de tierra y cañones de roca.

"Los buggys, no solo los de Mini, tenían mucha ventaja en esta primera semana. Quizás la segunda semana cambie todo y sea más favorable a los 4x4. Lo veremos al final del Dakar, pero creo que independientemente de las prestaciones un coche u otro, al final son los grandes especialistas los que marcan la diferencia, como Carlos y Nasser", concluyó Alonso.

"No hay tiempo para disfrutar del Dakar"

Por último, Alonso reconoció que tiene "una sensación rara" conduciendo en el Dakar, después de tantos años haciéndolo en circuitos. "No diría que te lo pasas bien, porque vas a tanta velocidad y con tantos saltos que te gustaría bajar un poco el ritmo para disfrutar un poco más de la conducción, del coche, de las dunas, surfearlas... No hay tiempo para eso. La carrera va rápida, tienes que aprovechar cada minutos para ir a tope y aprovechar unos segundos de tiempo y abrocharte bien los cinturones para saltar, porque los caminos están rotos y ninguno de los pilotos afloja", concluyó.