El actor de cine porno Nacho Vidal se prepara para debutar en 2021 en el Rally Dakar en Arabia Saudí con un buggy y con su paisano de Enguera Nacho Sanchis como copiloto. El farmacéutico, que ha disputado las tres últimas ediciones, de las cuales finalizó dos, en Perú y en Arabia Saudí, dejaría la moto para correr junto al debutante Nacho Vidal, que está apoyado por Joan Lascorz y Audal Noe Tubau, manager del Buggy Master Team.

Ambos todavía no han corrido juntos en un buggy que ya está listo pero al que no pueden acercarse debido al estado de alarma decretado por el Gobierno para contener el coronavirus, y que esperan empezar a probar pronto, aunque no en el Rally de Merzouga, que ha sido suspendido. Antes, Nacho Vidal sí que ha podido entrenar con otros SSV en Marruecos y en Cataluña, pruebas que según confesó este jueves a SUPER le han acabado de convencer para un proyecto que arrancó con algunas trabas. en concreto para encontrar patrocinadores fuera del mercado pornográfico, pues el régimen de Arabia Saudí prohíbe dicha publicidad con penas de cárcel para quienes la incumplan.

"Lo de los esponsors es lo único que me preocupa. Pero una de las normas del Dakar es que nada de pornografía. Y por mi trabajo, hace ya dos años que no me dedico al porno, o sea que por esa parte no me preocupa. Pero sí que tenía mil esponsors obviamente interesados en patrocinar toda la temporada. Pero ahora de momento el único que se está rascando el bolsillo soy yo por hacer realidad mi sueño de correr el Dakar", explica Nacho Vidal, que cuenta que se enganchó al rally por su padre y por las historias que le contaba Nacho Sanchis.

Nacho Vidal al Dakar 2021

Nacho Vidal al Dakar 2021

"Desde cierta edad ya empecé a hacer el loco con las motos y a tener mi ganadería de caballos. Todo aquello que le gustaba a mi padre y nunca me quiso enseñar. Y al ver a Nacho que cada día me contaba su historia, de romper tu cuerpo y partir tu ego por la mitad y sentir que ya no puedes más y aún así acabas... Cuando me lo contaba me ponía los pelos de punta. Son emociones extremas a las que yo soy adicto. Me gusta mucho ponerme al límite y ahí empecé a darle vueltas al tema del Dakar y preguntarle a Nacho".

Descartado hacerlo en moto por "tener los brazos y piernas partidos de hacer motocross y trial y ser un rompelotodo de motor en los descampados", y por el diagnóstico del síndrome de Reiter hace dos años, "una artritis reactiva que me hace ir medicado todo el tiempo, una enfermedad muy jodida", según explica, empezó "a investigar otras formas de hacerlo". "Todo eso me hizo pensar en lo frágiles que somos, que en cualquier momento nos vamos a la mierda y todas esas cosas que soñábamos con hacer quizá nunca las hagamos por una enfermedad, y eso fue lo que pasó", indica el enguerino.

"Investigué los buggys", añade. "Probé un circuito de competición para entrenar, me enseñaron a llevarlo, me di cuenta de lo que era ese vehículo, y es una cosa increíble, hasta que no lo llevas no lo entiendes. Piensas que es un buggy de mierda. ¡Y coño cómo va eso! Me lo dejaron una hora, pero pedí más con una sonrisa de oreja a oreja. Qué enganche".

Pero de nuevo, por medio, el tema de las restricciones a la publicidad. "En Arabia me han jodido todo lo que tenía montado a todo trapo, el mejor buggy, con el mejor equipo, me daban un prespuesto de la hostia, pero no ha podido ser por las normas de Arabia Saudí que no dejan patrocinador que tengan relación con pornografía", lamenta, antes de que el proyecto diera un nuevo giro gracias al expiloto del Mundial de Superbike Joan Lascorz.

"Se me cayó la historia, pero entonces conocí a Joan Lascorz, tetrapléjico que se come a cualquiera con los buggys. Es impresionante. Él ha nacido para eso. Me quedé unos días, me subí con él en el buggy. Y dije, que yo quiero hacer esto sí o sí, como sea, con quien sea, yo lo voy a hacer. Me llevó a conocer a Audal, el primero que ganó el Dakar con un quad, me lo presentó, y con él vamos a buscar otro tipo de esponsors, y a malas malas me va a tocar pagarlo de mi bolsillo, pero yo lo voy a hacer. Visto lo visto, viene una pandemia y se acaba todo...", apunta desde su confinamiento en su casa en la sierra de Enguera.

"Estuvimos en Marruecos entrenando todos, Joan, Audal. Diez días, y el décimo día me volví, justo y al día siguiente les cerraron las fronteras por el coronavirus, y tuvieron que quedarse unos días más. Audal me recomendó que antes de tirar adelante entrenara las dunas horas y horas. La cagaron todavía más, porque me enamoré de las dunas, y no me pareció nada complicado, no quería bajarme del buggy y me lo pasé muy bien. Solo entrenábamos por la mañana, pero yo por la tarde volvía otra vez".

Y sobre su futuro compañero de aventura, si el COVID-19 no frustra una edición que se disputaría en enero de 2021, Nacho Vidal se deshace en elogios. "Estoy deseando preparar el buggy y empezar a entrenar con Nacho Sanchis. No puedo llevar mejor copiloto, porque somos completamente diferentes. Yo soy el fuego y él es la mecha lenta. Él es el que lleva a explotar, pero yo soy la llama. Sé que él me va a aportar muchísimas cosas, primero amistad, segundo profesionalidad, tercero experiencia, y cuarto actitud. Todo lo metódico que yo no soy, lo es él. Vamos a hacer un tándem muy guapo, y seguro que vamos a llorar de emoción". El Dakar, tras el estreno de Fernando Alonso en 2020, tiene desde ya a otro mediático debutante llamando a sus puertas, el actor Nacho Vidal.

Nacho Sanchis, ante un nuevo papel como copiloto

Nacho Sanchis, por su parte, aceptó el reto de su amigo Nacho Vidal, al que conoce desde años en Enguera. "Nos conocemos de aquí del pueblo, tenía un quad y me contactó para que le diera una vuelta por la sierra de Enguera, sabía de mi afición, y así nos conocimos. El tiene moto de motocross, de trial, y en Barcelona un buggy y quads, y ha seguido el Dakar gracias a la repercusión que ha tenido conmigo en Enguera, y lo tiene como reto", explica el farmacéutico, para el que supone también otro reto pasar de las dos a las cuatro ruedas.

"A mí me gusta ir en moto, pero he ido tres años y la cosa económicamente no está muy bien. Salió la opción. Al principio no me llamaba, luego lo fui encajando un poco, y si lo hago no me costaría dinero. Es una experiencia más, un reto, y algo más en el currículum, muy ilusionante. En teoría los de motos somos gente que conducimos y navegamos a la vez, lo tenemos hecho y es un pequeño don, así nos ven los de los coches, pero eso no quiere decir nada, después hay que verse allí en papel. Uno conduce y otro tiene que interpretar la información, puede haber tensión, fallos, es complejo, tienen que coincidir los caracteres y llevarse bien", explica Nacho Sanchis, que piensa en la Baja Aragón y el Rally de Marruecos como las dos mejores pruebas para preparar el Dakar, con permiso del coronavirus.

Este mismo año, tras acabar el Dakar en Arabia Saudí, Nacho Sanchis volvió a correr en el Hispania Rally, en el mes de febrero, con una muy buena actuación entre el Top-10. "Tenía la inscripción pagada del año pasado, pero como me fracturé las tres vertebras en 2019 no lo pude correr, y no me la devolvían sino que me la guardaban la inscripción y para allá que me fui, para no perderla". Ahora el boticario ya piensa en un nuevo Dakar desde otra perspectiva.