Pablo Olivas, en su primera participación ha cumplido su sueño desde que era niño: participar y acabar un Rally Dakar. Lo lograba este año participando en la mdodalidad de vehículos ligeros.

Acabar el Rally Dakar en su primera participación es para estar más que contento.

La verdad es que sí. Estoy muy contento. Participar en el Dakar y terminarlo es un sueño que llevaba mucho tiempo persiguiendo. Desde niño lo veía por la tele, conocía a gente que lo había hecho.... Siempre he estado muy metido en la mundo de las carreras y era un proyecto que tenía en mente desde hace tiempo. Este año decidimos liarnos la manta a la cabeza, a pesar de que era un año complicado para encontrar patrocinadores. A esto se añadía la dificultad de que no hemos podido entrenar casi ya que Marruecos estaba cerrado, así que llegábamos al Dakar con muy pocos test y prácticamente hemos ido mejorando poco a poco el coche durante las etapas.

Undécimos de su categoría, (vehículos ligeros T13) y 39º en la General de Buggies ¿Qué nota se pone?

La nota creo que es alta. No sólo hemos acabado el Dakar que era nuestro objetivo, sino que hemos acabado los 39 en la general en una modalidad en la que tomaron la salida más de 70 participantes.

Participó con el equipo Buggy 4x4 Automotor T3 con el granadino Raúl Ortíz como copiloto, con el que nunca había competido. ¿La experiencia ha sido positiva?

Con Raúl me he compenetrado muy bien pese a que no habíamos competido juntos antes, éramos amigos, pero lo cierto es que no habíamos corrido juntos ni 10 metros. Pero nos hemos coordinado bien.

En 12 etapas de navegación por el desierto, ¿cuáles fueron los momentos más complicados?

Hemos tenido que superar situaciones muy complicadas, hemos tenido problemas de temperatura, el soporte de las ruedas nos golpeaba el ventilador, luego en la etapa 11 tracé mal una duna, me la comí, y estuvimos tirados en el desierto desde las 17 hasta las 23 horas, cuando pudo llegar el equipo de asistencia. Estuvimos toda la noche arreglando el coche, hasta las 6:00 con la tensión de que la etapa siguiente empezaba a las 8:00. Así que sólo dormimos dos horas. Si no llegas a la salida de la etapa siguiente pasas a disputar lo que se llama el Dakar Experience, en el que ya no entras en la clasificación, no tienes la medalla de finisher... Teníamos que llegar sí o sí a la salida y lo logramos. Ese fue el momento más crítico en el que peligró nuestra continuidad en la carrera.

Usted tiene 41 años y lleva ya muchos siguiendo el Dakar, estudiándolo... ¿Es como lo imaginaba o le ha sorprendido?

La verdad es que no me ha sorprendido, me lo imaginaba así, sabía de la dureza de esta carrera aunque es cierto que encima este año ha sido más complicado por el terreno en el que se ha disputado, con mucha piedra. La orientación también ha despertado mucha controversia. Nosotros, los buggys, al salir detrás de los coches y las motos tenemos la ventaja de que hay muchas huellas y eso te permite guiarte aunque es un arma de doble filo porque te puede llevar a seguir el trazado de otro participante que a lo mejor se ha equivocado.

¿Cómo sobrellevaba las jornadas de doce horas al volante?

Yo he participado en otras pruebas en el desierto pero más cortas, de 4 ó 5 etapas y menos largas. La verdad es que era duro, sobre todo conducir por la noche, es más complicado interpretar el roadbook. Afortunadamente me había preparado bien físicamente con un entrenador personal el último año con trabajo de fortalecimiento de core, brazos, cuello...

¿Volverá al Dakar?. ¿Y en buggy?

Acabo de regresar a casa pero ya quiero volver, seguir aprendiendo, ir mejorando. El buggy es el vehículo más asequisible para participar en el Dakar. Además, me gusta mucho las sensaciones, su adaptación a las dunas...?

Tomaron la salida 5 valencianos y llegaron a meta 3: Usted y Tosha Schareina y Daniel Albero en motos. ¿Cómo valora la actuación de sus compañeros?

En motos Tosha Schareina lo hizo muy bien. Es un joven con mucha progresión. Creo que algún día ganará el Dakar. Daniel Albero es muy inteligente, dosificó muy bien y tiene mucho mérito por la dificultad añadida de ser diabético. Lo de Barreda fue una pena, la verdad es que no tiene suerte, merece ganar un Dakar y estoy seguro de que volverá a tener la oportunidad de hacerlo. Por lo que respecta a Emilio Ferrando, fue una pena su descalificación pero la decisión de la dirección de carrera no se puede discutir, siguieron el reglamento.

¿Hay compañerismo en el Dakar o cada uno va a su rollo?

Va por países. Los españoles hacemos pandilla. Pero bueno, la verdad es que en carrera no se suele parar a menos que alguien esté en peligro evidente. Nosotros tengo que decir que sí parábamos cuando veíamos a alguien en apuros.

¿Ya ha pensado qué va a hacer con la medalla de finisher? ¿Le reserva un lugar especial en su casa?

La voy a enmarcar y la pondré en la habitación de mi hijo, le dije que se la traería.

¿De quién se acordó al llegar a meta?

De mi familia, sobre todo mi mujer y mi hijo, de mis patrocinadores, fue un momento único.

El piloto valencianista

Pablo Olivas ya es 'el piloto que subió al podio con la camiseta del Valencia CF'. Pablo Olivas ya es 'el piloto que subió al podio con la camiseta del Valencia CF'.Una decisión que tomó cuando hacía la maleta: «Estaba preparando el equipaje, la vi y pensé que sería bonito acabar el Dakar con la camiseta del Valencia CF». Y así fue: «La tuve que llevar durante toda la última etapa ya que no pasábamos por el vivac, íbamos directamente de meta, a la entrega de medallas».

El piloto valenciano se declara un ferviente valencianista: «mi padre me llevaba a Mestalla desde pequeño y soy abonado desde entonces», destaca Olivas que no ha faltado a las grandes citas del Valencia CF en las últimas dos décadas: «Estuve en la final de Copa del 99 en Sevilla, en las de la Champions en París y Milán y también en el último título de Copa en el Benito Villamarín en 2019»