Esta es la multa que puede ponerte la DGT a pesar de llevar atado a tu perro en el coche

El reglamento es algo ambiguo y eso ha provocado sanciones aunque la mascota estuviera sujeta con el cinturón homologado

Es necesario tener en cuenta una serie de consideraciones para evitar peligros y distracciones

Es necesario tener en cuenta una serie de consideraciones para evitar peligros y distracciones / Levante-emv

La Dirección General Tráfico impone multas que oscilan entre los 80 euros si llevas a tu mascota suela en el coche y de entre 200 y 500 euros si está situado en el habitáculo del conductor. Unas imprudencias que no acarrean pérdida de puntos del carnet. Son muchas las personas que viajan con su perro en el coche, pero ¿lo hacen de forma correcta? ¿Cuál es la multa por viajar indebidamente?

La DGT no tiene una normativa específica que regule el transporte de mascotas, sin embargo, el ártículo 18.1 del reglamento advierte de ciertas obligaciones del conductor a la hora de la conducción como es que "el conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía. A estos efectos, deberá cuidar especialmente de mantener la posición adecuada y que la mantengan el resto de los pasajeros, y la adecuada colocación de los objetos o animales transportados para que no haya interferencia entre el conductor y cualquiera de ellos".

Al quedar la normativa un poco ambigua, todo queda un poco en manos de la interpretación de la persona que juzga la acción y esto ha generado que algunas personas sean sancionadas a pesar de que un perro estuviera atado con su collar a un cinturón homologado. El problema está en que ese sistema de retención tiene bastante holgura, por lo que el animal tendría suficiente capacidad de movimiento como para interferir en espacio del conductor y ocasionar una situación de peligro.

En este sentido, y para evitar problemas, la DGT insiste en que hay que utilizar siempre un sistema de sujeción adecuado. Llevar al animal suelto es el peor escenarios posibles, así como cuando el animal está tumbado sobre la bandeja trasera, detrás del conductor. El animal saldrá lanzado contra el reposacabezas del conductor si hubiera un accidente. Los dos sufrirían lesiones muy graves, incluso mortales.

Una posibilidad de retención es el arnés de un solo enganche, que se engancha al cinturón de seguridad del vehículo. Sin embargo, en caso de colisión, la hebilla del arnés se rompe. El perro choca contra el respaldo del asiento, provocando graves lesiones al conductor en la columna. El animal sufriría lesiones graves o mortales. Si el arnés tiene dos enganches, evita el desplazamiento hacia delante, por lo tanto, no se transmite ninguna carga al conductor. Para evitar que la mascota choque contra los asientos, que tendría consecuencias muy graves, deberán tener un sistema de unión corto.

El transportín sujeto con el cinturón de seguridad destroza los puntos de sujeción del cinturón. Además, se rompe su parte superior. El animal sufre lesiones muy graves y los ocupantes del vehículo soportan cargas importantes. En cuanto a la opción de llevarlo colocado en el suelo del vehículo, los pequeños encajan bien en el suelo pero como tienen poco espacio la energía del impacto es absorbida pronto y apenas se deforma el habitáculo del animal que solo sufre lesiones leves. Si lo llevas en el maletero, cuando el animal es más grande y el transportín también, se puede colocar en el maletero en posición transversal a la dirección de la marcha. No se puede excluir la posibilidad de que los ocupantes de las plazas traseras sufran lesiones.

Por último, existe la opción de colocar una rejilla divisoria colocada entre los pilares de la estructura del coche, separando la cabina del maletero, permite a la mascota moverse libremente sin molestar al conductor, pero en caso de colisión y según la posición del animal en ese momento, puede sufrir lesiones muy graves. Por tanto, al final lo mejor es combinar el transportín con la rejilla divisoria.