Un ciclista se libra de la muerte por milésimas de segundo, cuando llegando a un paso a nivel en la localidad de Gleen (Países Bajos) pasa la barrera a pesar de que se encuentra cerrada y espera a que pase un tren de mercancías, reanudando la marcha a continuación, sin percatarse que, en la otra dirección, llega otro tren. Cuando se da cuenta tiene que acelerar la marcha ayudándose de los pies para evitar ser atropellado.