Ha finalizado ya la fase de grupos y De Gea es el portero con peor promedio de paradas por partido de los 40 que han participado en lo que llevamos de Mundial de Rusia. Es un dato objetivo. El guardameta español del Manchester United lleva tan solo una parada en los tres encuentros que ha jugado —su promedio es de 0,3 paradas por encuentro—, la que hizo en un mano a mano ante Boutaib ante Marruecos en el que evitó el que en ese momento habría sido el segundo gol marroquí tras un despiste de Piqué en un saque de banda en el que le cogieron la espalda.

Cierto es que en los dos goles encajados en ese encuentro el arquero de la Roja estaba prácticamente vendido, en el primero tras el regalo al alimón de Iniesta y Ramos, y en el segundo tras un remate inapelable de El Nesyri. Entre ambos tantos también hubo otra acción en la que ante un disparo potentísimo y ajustado de Amrabat que se estrelló en la cruceta, hizo la estatua. Técnicamente de poco o nada habría valido vencerse, pero es que no hizo ni apenas ademán.

A De Gea no se le puede culpar de nada en ese último partido. De hecho, se anticipó bien con el puño en una salida rápida a la frontal, pero los números cantan. O no anda bien o le llegan con demasiada claridad. El debate se abrió con su fallo clamoroso ante Portugal o incluso antes, en la preparación ante Suiza.

«No podemos regalar goles»

Isco tras el tercer partido aseguró sin tapujos que el equipo no puede seguir «regalando goles» y el técnico, Fernando Hierro, poco antes se había pronunciado en la misma línea: «Este no es el camino. Cada ocasión nos crean peligro o es un gol. Tenemos que trabajar y ajustar esas transiciones rápidas». España ganó el Mundial de Sudáfrica encajando tan solo dos goles en todo el torneo y en Rusia, en apenas tres partidos, lleva cinco.

Los fallos de concentración en el penalti y la falta transformados por Cristiano Ronaldo en el debut, así como el clamoroso error del mencionado De Gea en el segundo tanto de ese mismo encuentro encendieron la luz de alarma. En la segunda cita ante Irán España frenó la sangría porque mantuvo su puerta a cero, pero a los iraníes se les anuló un gol ilegal muy justo y además llegaron a crear peligro con claridad en varias ocasiones.

Ante Marruecos el regalo de Iniesta y Ramos que origina el primer tanto encajado es incomprensible, el segundo gol es otro desajuste 1le ganan a Ramos— y más allá de eso en al menos tres ocasiones los marroquíes cogieron totalmente desubicada a la defensa española. De hecho, llamaron poderosamente la atención un par de transiciones ofensivas rápidas del conjunto africano en las que tanto Jordi Alba como Carvajal quedaron al mismo tiempo muy por delante de la línea de la pelota.

Entonces los atacantes eran los marroquíes, pero en la próxima cita serán los anfitriones y a partir de ahora cada error se paga. No hay marcha atrás.