La entrevista de Jordi Évole al papa Francisco es la hostia -qué bien traída la palabra, perdonen la vanidad-, es la hostia más gorda que se le ha dado en este país a la derecha social, religiosa, política y económica en años, en muchos años. En mis años, muchos, muchos años ya de descreído religioso, de ateo, jamás había escuchado al clérigo con la más alta dignidad católica hablar y decir lo que dijo Jorge Mario Bergoglio -que será el ciudadano Bergoglio cuando de noche, en su cuarto, se quite el solideo y se convierta en pecador raso-. Por lo pronto, casi rozó el pecado al reconocer que se equivocó, da igual cuándo y cómo, eliminando de un plumazo la infalibilidad papal.

Supongo que al tiempo que yo me emocionaba-realización austera, fotografía monacal, sintaxis clásica- los fieles de 13TV echarían espuma por su fe. Un rosario -otra palabra bien traída- de titulares se podrían engarzar para que algunos no se despistaran. Aquí van algunos. Quien levanta un muro termina siendo prisionero del mismo, es mejor construir puentes. El mundo se olvidó de llorar -sobre las concertinas-, demostrando nuestra inhumanidad. Que lean el Evangelio aquellos que rechazan a los inmigrantes estando Europa hecha de gente migrante.

África se independizó del suelo para arriba, pero sigue estando colonizada abajo, donde está su riqueza. Algunos medios tienen un amor ciego a la coprofilia, a lo sucio. Claro que hay que denunciar los abusos sexuales en la iglesia. Claro que es un derecho encontrar y dar sepultura a los muertos. Aborto, feminismo, emigración, homosexualidad, capitalismo, y Messi. Maldita La Sexta, maldito Salvados. ¿Maldito Francisco?