La incorporación de Meryl Streep al reparto de 'Big Little Lies' es la gran apuesta de la segunda temporada de la serie, que estrena HBO este domingo -madrugada del lunes en España- y en la que las cinco amigas de Monterrey tendrán que lidiar, más que nunca, con las consecuencias de sus mentiras.

Está por ver si el fichaje de una de las mayores estrellas de Hollywood es suficiente para levantar las suspicacias de los seguidores de la serie, dado que la primera temporada tenía un cierre perfecto y abarcaba toda la novela de Liane Moriarty en que se basaba.

El éxito de esa primera temporada, que arrasó en los Emmy y en los Globos de Oro, ha sido uno de los grandes motivos para retomarla, pero también el empeño personal de sus protagonistas.

Reese Whitherspoon y Nicole Kidman son además productoras ejecutivas y han convertido la serie en emblema del #metoo. "Big Little Lies" es un ejemplo perfecto de cómo la televisión se ha transformado en un refugio para grandes actrices a quienes les cuesta encontrar papeles con enjundia en Hollywood.

La buena acogida tiene que ver con que presentaba, en un envoltorio de lujo e idílico, y aderezada por el suspense, una historia sobre el valor de la amistad entre mujeres, justo en un momento en que la palabra sororidad empezaba a propagarse en todas las conversaciones.

Pero también en mostrar a esas mujeres con todas sus imperfecciones, el contraste entre la aparentemente ideal vida de burguesas de provincias en una ciudad costera de California y sus frustraciones ocultas, susceptibles de sacar a la luz su lado más miserable.

Uno de los temas protagonistas era el de la violencia sexual, a través de la relación entre Celeste (Kidman) y su marido Perry (Alexander Skarsgard). La serie muestra los claroscuros de esa relación con toda su complejidad y sutilezas.

Muy aplaudida también ha sido su banda sonora, desde el 'Cold Little Heart' de Michael Kiwanuka que suena en la cabecera (y se mantiene en la segunda temporada), a temas de Flaming Lips, Leon Bridges, Charles Bradley, Sade, PJ Harvey o Sufjan Stevens.

La segunda temporada constará de otros siete episodios. La dirección pasa de Jean-Marc Vallée a una mujer, la británica Andrea Arnold, directora de películas de culto como 'Fish Tank' o 'American Honey'.

David E. Kelley, el creador de la serie (y guionista de 'Ally McBeal' o 'La ley de los Ángeles'), le pidió a Moriarty algunas ideas para poder retomar la historia y entre ellas destacaba la aparición de la suegra de Celeste (Kidman) con preguntas incómodas sobre cómo murió su hijo (Alexander Skarsgaard).

Moriarty ha contado en entrevistas a medios especializados estadounidenses que escribió el personaje pensando en Meryl Streep y que ella aceptó hacerlo sin ni siquiera leer el guion porque le fascinó la primera temporada.

Para la actriz más nominada a los Oscar de la historia (21 nominaciones, tres premios) el personaje de Mary Louis Wright ha supuesto su regreso a la televisión 40 años después de protagonizar 'Holocausto' (1979), una miniserie sobre los horrores nazis que supuso todo un fenómeno cultural en la época y que consagró a su protagonista.

Entre medias Streep sólo se ha asomado en otras dos ocasiones a la ficción de la pequeña pantalla: en otra serie de HBO, 'Angels in America' (2003), sobre la propagación del VIH en EEUU en la década de los 80, y 'Web Therapy' (2008), una comedia de Lisa Kudrow.

Todo indica que la relación madres e hijas dará mucho juego en esta nueva tanda de episodios, y que el pacto de silencio impuesto por las cinco amigas después del trágico cierre de la primera temporada, no durará mucho.