Miguel Herrán vuelve al Festival de Málaga tras 'A cambio de nada' (2015), la cinta de Daniel Guzmán que se llevó cuatro Biznagas, incluida la de Oro, ahora en 'Hasta el cielo', un thriller donde encarna a un joven ambicioso, capaz de cualquier cosa por destacar en un mundo donde todos son "hormigas". Nada más lejos del carácter de este actor que, en una entrevista con Efe, reconoce estar "asqueado", "no por ser un actor -precisa-, sino por ver cómo me trata la gente a raíz de eso".

Protagonista de 'La casa de papel, en sólo cuatro años Herrán ha dado el salto del banco de su parque en el barrio de Chamberí donde se fue a vivir muy pequeño con su madre, a ser reconocido en medio mundo por sus papeles en series de televisión.

Dice que, a ratos, se siente abrumado, "hay momentos en los que no te lo crees, en los que se te olvida, pero ahora estoy en un momento que ....(se resiste a decirlo en voz alta) me da asco".

"Llegas a un restaurante y te atienden primero, aunque esté tu madre contigo; la gente te trata diferente, quiere interactuar más contigo que con los demás. Te sientes observado, se acercan a ti con muchísimos intereses, te invitan a sus restaurantes, sus casas, sus yates...Te quieren llevar, eres un objeto", protesta.

E insiste en su razonamiento: "Un coche de alta gama lo compras como estatus y estar con un actor famoso, para mucha gente, lo mismo. Y yo, ¿qué soy -se duele- un objeto de deseo, molas más por estar con el de 'La casa de papel'? Pues eso, a mi, me da mucho asco", zanja.

"Si continúo en esta profesión es por la gente que me apoya, por mi madre -cita de modo especial-, pero sobre todo, por Luis Tosar y por Karra Elejalde", con los que trabajó en 'Los últimos de Filipinas'.

Asegura que no quería ser actor, "no me veía, sufría mucho, no me gustaba. Y tras hablar con ellos decidí no juzgarme, y aceptar lo que la gente cree de mi, así que si creen que soy bueno, continuamos. Si os gusta lo que hago, pues adelante".

Nacido en Málaga, Herrán siente que las medidas especiales para evitar el contagio del coronavirus haya retraído al público malagueño. "Es una pena -dice-, porque una de las cosas míticas que tiene el festival es la emoción de esta gente, es algo que yo no he visto en otras comunidades de España, esto es muy loco, mola mucho, porque notas el cariño de la gente, ven las películas contigo, sufriendo, riéndose y este año va a ser diferente".

Aún así, "se agradece, porque la gente se sigue acercando, con respeto, con distancia, pero hay que seguir haciéndolo", afirma totalmente convencido.

'Hasta el cielo', dirigida por Daniel Calparsoro, se proyectó hoy en el Festival de Málaga donde compite en la Sección Oficial.