En agosto de 2014, la londinense Anna Jordan, una de las dramaturgas y directoras escénicas europeas más importantes de los últimos tiempos, estrenaba la obra Freak en el prestigioso festival de Edimburgo. Varios años después, la pieza, sobre la feminidad y la autoimagen y que bebe directamente del teatro social, se ha convertido en un texto de referencia internacional por su forma de abordar la sexualidad, entre el humor y la desesperanza.

Freak habla de los límites de cada persona. ¿Por qué no podemos parar situaciones en las que en realidad no queremos estar? ¿Por qué no tenemos la capacidad de decir cómo queremos que nos traten, segundo a segundo?