La actriz Jada Pinkett-Smith se pronunció este martes por primera vez después de la bofetada que su marido, Will Smith, propinó al cómico Chris Rock en la ceremonia de los Óscar con un escueto mensaje en Instagram que dice: "Es tiempo de sanar y estoy lista para ello". De esta forma, la intérprete daba aparentemente por zanjada la controversia por la agresión de Smith a Rock el domingo pasado.

En la gala, Rock subió al escenario del Teatro Dolby para presentar el Óscar al mejor documental e hizo una broma acerca de la cabeza rapada de Pinkett-Smith, quien ha reconocido públicamente que sufre alopecia, al compararla con la teniente O'Neil de la película de Ridley Scott. Después de que Pinkett-Smith cerrara brevemente los ojos en un gesto de fastidio, su marido se levantó de su asiento y subió al escenario para propinarle una bofetada a Rock. "Mantén el nombre de mi esposa fuera de tu puta boca", le gritó Smith ante el desconcierto generalizado. Esa frase fue censurada en la emisión televisada para Estados Unidos pero se escuchó perfectamente en otras partes del mundo.

La agresión eclipsó la recepción de la primera estatuilla en su carrera del protagonista de 'King Richard' ('El método Williams'), que en su discurso al recibir el premio al mejor actor intentó justificar su comportamiento describiéndose como "protector" de su familia y afirmando que "el amor lleva a hacer locuras". El lunes, Smith pidió disculpas a la Academia de Hollywood y a Rock: "Mi comportamiento en los Óscar de anoche fue inaceptable e inexcusable", aseguró el actor en una publicación de Instagram.

La Academia de Hollywood ha condenado el incidente y ha anunciado la apertura de una investigación para estudiar posibles acciones contra el actor. Hasta ahora, se desconoce la trascendencia de las medidas de esta institución, que baraja la suspensión de la Academia -inmediata o temporal- o incluso la retirada del premio que ganó el domingo.

Por su parte, según el portal Variety, Rock no ha querido denunciar a Smith ante el Departamento de Policía de Los Ángeles por el manotazo y ha optado por guardar silencio tras el altercado.