Para quienes ignoren la jerga y los salvaconductos de las geometrías amorosas del momento, un unicornio no es un ser raro y mítico sino alguien a quien una pareja estable invita a completar un trío sexual, alguien fuera de la ecuación original que participa momentáneamente en los juegos, un ser de paso. Más allá de esas prácticas amorosas en las que participa, así se siente Isa, la protagonista de ‘Unicorns,’ la película catalana con la que el cortometrajista y documentalista barcelonés Àlex Lora da el salto a la ficción, con la ayuda en el guion de Pilar Palomero, la directora de ‘Las niñas’.

Isa es Greta Fernández, de vuelta de ganar un Gaudí y haber sido nominada al Goya por ‘La hija de un ladrón’, una chica de la que se podría decir que lo tiene todo, talento, un sueldo, y muchas, muchas ganas de promocionarse en la modernísima agencia de publicidad en la que trabaja. “Necesitaba que Greta se implicase en la película, que fuera tanto de ella como mía”, explica el director en el Festival de Cine de Málaga donde ha presentado su película, que cuenta también con las presencia de Nora Navas, Elena Martín y Pablo Molinero.

La última obsesión de ese personaje que no acaba de encontrar su lugar en el mundo es captar los pequeños detalles y las texturas que encuentra a su paso con fotografía macro. “Isa tiene el deseo de hacer algo profundo, pero eso la lleva a hacer un trabajo epidérmico, insustancial y muy vacuo. No por acercarte físicamente a las cosas eres una artista”, dice el realizador.

Desde la distancia que le dan sus 43 años, Lora dice no haber querido hacer exactamente un retrato generacional , el de los millennials –“eso sería pretencioso”: “No he querido meter caña a los que vienen detrás pero si es cierto que tienen una relación distinta a nosotros con las redes sociales. Yo siento que tengo las mismas presiones que ellos, esas presiones que te obligan a tener un lugar social de éxito en la sociedad, pero diría que el tener tantas posibilidades a tu alrededor ha provocado que los millennials hayan tardado más tiempo en madurar”.

Contradicciones femeninas

No trata la película de que el espectador simpatice con la obsesiva protagonista y eso es algo que Lora reconoce. Dice haber empezado a escribir el guion antes del estreno de la película noruega ‘La peor persona del mundo’, que le reafirmó en la idea de que una mujer protagonista no tiene que ser necesariamente encantadora y empática: “Una forma de huir de esa convencionalidad para mí es crear un personaje que no resultara particularmente agradable y que en ocasiones resultara también incomprensible, porque lo es para sí misma. Si Isa hubiera sido un hombre, al espectador le costaría mucho menos aceptar sus contradicciones”.

Procedente del mundo de la publicidad, para la que ha trabajado durante años en Estados Unidos, Lora que ha regresado hace unos meses, tiene en cartera dos proyectos: el primero, de nuevo con Nora Navas, contaría el caso de los adolescentes que en el 2005 le prendieron fuego a una indigente en un cajero de Barcelona y el otro, propiciado por la residencia de guiones de la Acadèmia del Cinema Català, pondrá el foco en uno de los chicos, presuntamente integrados en Ripoll, que acabaron cometiendo los atentados del 2017.