Tropiezo mayúsculo para Zeppelin TV con el que iba a ser su gran reality del 2021. Tras el escándalo por los presuntos abusos sexuales a Carlota Prado en la casa de 'Gran Hermano Revolution', que desembocó en la histórica fuga de anunciantes de 'GH VIP 7', Telecinco no tuvo más remedio que aparcar la marca que tantas alegrías le ha dado durante los últimos 20 años. Aunque en verano de este año anunció el regreso del reality con famosos, con la que sería su octava edición, finalmente se decantó por traer a España un formato de éxito internacional: 'Secret Story: la casa de los secretos'

Tras un año sin producir ningún programa de telerrealidad para Mediaset, Zeppelin se puso a los mandos de este nuevo concurso con el objetivo de saciar la sed de espacios que muestran la vida en directo. La compañía tenía la oportunidad de, utilizando la base de la que parten otros realities como 'Gran Hermano', ofrecer un producto nuevo a los espectadores. Sin embargo, 'Secret Story' ha resultado ser más de lo mismo y afronta su recta final con un sentimiento de decepción generalizada entre los espectadores, tal y como reflejan las redes sociales y las propias audiencias de las galas. 

El elemento diferenciador de 'Secret Story' era el denominado 'juego de los secretos'; no obstante, esta mecánica quedó relegada a un segundo plano desde el momento en que la casa encendió sus luces. Secretos como "tuve una relación con un jugador del Real Madrid", "soy amante de un presentador", "hice un milagro" o "mi familia no sabe que los estafé" se han quedado a medio gas. Algunos no se han desvelado del todo y otros han resultado ser anécdotas sin ningún tipo de relevancia, causando incluso indiferencia entre los propios presentadores

El casting de concursantes tampoco ha remado a favor de obra y el protagonismo ha recaído en solo unos pocos, siendo este el caso de Miguel Frigenti, Cristina Porta o Lucía Pariente. De hecho, las tramas eran tan flojas que el concurso tuvo que recurrir, con permiso de Sofía Suescun, a la reina de los realities: Adara Molinero. Lo que iba a ser una visita se alargó en el tiempo y acabó convirtiéndose en concursante oficial para animar el ambiente en la casa, una misión que cumplió con creces. 

El momento más delicado del reality llegó tras la expulsión de los pesos pesados, aquellos concursantes que, a diferencia de la mayoría de sus compañeros, sabían a lo que habían ido y se encargaban de generar contenido. En este sentido, Zeppelin tuvo que tomar una decisión a la desesperada y optó por meter de nuevo a la casa no a uno, sino a dos repescados elegidos por el público: Frigenti y Adara. Esto consiguió alargar un poco más los conflictos en la casa, hasta que fueron expulsados de nuevo. 

'Secret Story', por debajo de los 2 millones

Toda esta cadena de errores, unida a las críticas en redes sociales por el supuesto trato de favor del programa a ciertos concursantes, queda reflejada en las audiencias que ha cosechado 'Secret Story' desde el inicio de sus emisiones en septiembre. Su primera gala reunió un 17,4% de share con 1,5 millones de espectadores, unos datos que no ha conseguido mejorar con el paso de las semanas. De hecho, en ninguna de sus entregas ha logrado superar los 2 millones de espectadores

De media, la gala principal presentada por Jorge Javier Vázquez acumula un 17,5% de cuota de pantalla con 1,7 millones de televidentes. Un resultado que se aleja del que firmó 'GH VIP 7' hace dos años, con un abrumador 32,5% y cerca de 3,3 millones de espectadores de media.