Si hubo un personaje que despertó odios en las precuelas con las que George Lucas regresó a la saga Star Wars a finales de los 90, éste fue el de Jar Jar Binks. Dicen que en su día el actor que lo interpretaba, Ahmed Best, estaba llamado a ser el nuevo Eddie Murphy. Así que cuando en los primeros años de su carrera le ofrecieron ser uno de los protagonistas de una de las sagas galácticas más populares de la historia del cine, seguramente pensó que nada podría salir mal. Y vaya si salió mal. Eran los días en que Internet empezaba a extenderse, aunque no había redes sociales, pero eso no impidió que el actor llegara a encontrarse hasta con amenazas de muerte. Su carrera se hundió y éste ha admitido que incluso llegó a plantearse el suicidio. Ahora, Best ha regresado a la saga por todo lo alto de la mano de 'The Mandalorian' en su tercera temporada, a pesar de que no era fácil volver a un sitio donde algunos ya le habían dejado claro que no le querían. Quizá los productores eran conscientes de que el odio lleva al lado oscuro y que había que resarcirle de alguna manera.

Jar Jar iba a ser el personaje que serviría como recurso cómico en aquella trilogía, como en su día lo fueron C3PO y R2D2. Se suponía que su torpeza iba a arrancar las carcajadas del respetable. Pero el público no se rio con Jar Jar. Todo lo contrario. Su falta de habilidades, su incomprensible forma de hablar y sus alaridos sacaron de quicio a más de uno. Admito haberme reído en su día en el cine con Jar Jar y veía desproporcionada la ira que levantaba. Pero también reconozco que, conforme caían los revisionados de 'La Amenaza Fantasma', su personaje acababa saturándome. El batacazo fue tal que Jar Jar casi desapareció de un plumazo en las siguientes entregas de aquella trilogía, limitándose a apariciones que cada vez eran más anecdóticas. Existen rumores de que en la película que inauguraba la nueva trilogía concebida por Disney y J. J. Abrams hay un esqueleto entre las arenas del desierto con la forma del gungan más odiado del planeta Naboo. Pero no deja de ser una leyenda urbana jamás confirmada.

Ahmed Best ha regresado esta misma semana a la saga Star Wars con un papel muy alejado de aquel nombre maldito que tantos sinsabores le trajo. Como Jar Jar era un personaje recreado digitalmente, al que el actor aportaba su voz y sus movimientos, nunca llegamos a ver su verdadero rostro en pantalla. Por ese motivo, cuando vi su nombre en los títulos de crédito finales del episodio de esta semana de 'The Mandalorian', lo primero que pensé es "¿qué me he perdido?". No había rastro de Jar Jar en todo el capítulo. Cuando caí en quién era su personaje, entendí la referencia y cómo los creadores de la serie habían querido rehabilitar su imagen. A partir de aquí vienen spoilers del episodio, así que avisado queda.

En su regreso, el actor da la cara y encarna a un personaje heroico. Un caballero jedi que nos recuerda a una versión más joven de aquel Mace Windu interpretado por Samuel L. Jackson en esa trilogía. La escena en cuestión es un flashback sobre los orígenes de Grogu, Baby Yoda para entendernos, algo que ya se nos había insinuado en episodios anteriores. El pequeñajo verde había sido uno de los supervivientes de la matanza perpetrada por Darth Vader en el Templo Jedi. En las películas, el villano se entregó en ese momento sin reservas al lado oscuro de la fuerza. El flashback de la serie enlaza con esta escena del Episodio III y así vemos cómo un jedi llamado Kelleran Beg pone a salvo a Grogu de la matanza. Ahmed Best puede disfrutar de su momento épico y heroico que los haters no le dejaron disfrutar. Paradójicamente, una de las últimas intervenciones de relevancia de Jar Jar en la saga vino cuando llevó al Senado Galáctico la iniciativa para crear el Ejército Clon. Se convirtió en un peón involuntario de los retorcidos planes del por entonces canciller Palpatine para acabar con los Jedi.

Dave Filoni Jon Favreau están demostrando su amor por la saga Star Wars con el trabajo que están haciendo en 'The Mandalorian'. Ellos nos trajeron de vuelta al Luke Skywalker rejuvenecido que todos queríamos ver en la fallida tercera trilogía, nos resucitaron a Boba Fett e integraron las series de animación a la mitología de la saga. Solo ellos podían haberse atrevido a redimir a un actor como Ahmed Best que hasta ahora solo había recibido desprecios. La franquicia tiene en estos momentos un futuro mucho más prometedor en la pequeña pantalla que en los cines, aunque parece que los datos de audiencia de esta tercera temporada no están siendo los que se esperaban.

'The Mandalorian' fue la serie bandera con la que la plataforma de Disney aterrizó en nuestro país en plena pandemia, a pesar de que la serie llevaba unos cuantos meses arrasando por todo el mundo. Desde entonces, la magia vuelve a los televisores cada semana y esta tercera temporada nos está dejando escenas espectaculares. Los presupuestos han crecido tanto como el tamaño de sus monstruos. Para esta temporada, nos alejamos de las arenas del desierto para visitar otros entornos de la franquicia. Así hemos vuelto a contar entre los escenarios habituales con los rascacielos de Coruscant, la que era el centro político de la galaxia muy lejana (hasta que Abrams la hizo saltar por los aires). ¿Tendremos conexiones con Andor?

Poco a poco los showrunners de la serie están desembarcando elementos de la saga en entornos que hasta ahora eran secundarios y que parecían irrelevantes en los designios de la Fuerza. Como bien dice el credo mandaloriano, éste es el camino. Aunque ahora que estamos desempolvando a Jar Jar, añadiría yo que "éste es el camino de losa". Porque si queremos seguir indagando en el pasado de Grogu hay que decir que la acción de la serie transcurre tras 'El Retorno del Jedi'. Así que desde el 'Episodio III' en el que se produce el rescate de Kelleran Beg hasta ese momento tenemos un vacío de muchos años. ¿Volveremos a verle?