El estreno en España de 'Juan Pilila', la controvertida serie danesa que generó un gran debate en su país de origen entre los que la consideraban educativa y los que la veían de mal gusto, vuelve a demostrar que la animación destinada a los más pequeños también puede herir sensibilidades. En los últimos años ha habido muchas series infantiles que se han visto salpicadas de polémicas. Aquí repasamos cinco de ellas.

Peppa Pig

La cerdita aficionada a saltar sobre los charcos de barro es uno de los grandes éxitos de la animación de los últimos años. Millones de niños en todo el mundo han seguido sus aventuras junto a su hermano George y sus compañeros de colegio, animales de diferentes especies, pero muchos no la consideran un buen modelo para los niños. En sus inicios recibió críticas por no utilizar casco cuando iba en bici o cinturón cuando viajaba en coche (algo que subsanaron sus creadores), y hasta ha tenido un capítulo prohibido en Australia por decir que las arañas son inofensivas, cuando allí algunas pueden llegar a ser mortales. La cosa fue peor en China, donde la censuraron en la popular plataforma de vídeos Douyin al tacharla de "subversiva", inactiva y antisocial.

Shin Chan

El anime japonés fue una de las series estrella de las televisiones autonómicas en España desde que desembarcara aquí en 2001 (en su país de origen comenzó a emitirse casi una década antes, en 1992). Los niños repetían sus frases y muchos padres temblaban ante la idea de que sus retoños imitaran al protagonista, el travieso Hinnosuke Nohara que, a sus 5 años, solía ponerse las bragas de su madre en la cabeza, perseguir a chicas guapas y enseñar el culo y su 'trompa', como él la llamaba. A algunos les recordará ligeramente a 'Chicho Terremoto', que en los años 80 se dedicaba a levantar la falda de las chicas.

Star contra las fuerzas del mal

La serie fantástica sobre la princesa mágica que venía a la Tierra desde otra dimensión para convivir con una familia ha sido una gran pionera en Disney. Fue la primera del gigante audiovisual en incluir un beso gay (entre la multitud que se besaba en un concierto), así como un personaje bisexual: el de Jackie Lynn Thomas, la chica del monopatín por la que uno de los protagonistas, Marco, estuvo coladito y con la que llegó a salir y que, en la cuarta temporada, aparece cogida de la mano de una francesa que ha conocido en París. No a todo el mundo le gustó algo que debería estar ya normalizado.

Arthur

Una relación homosexual también fue la culpable de la censura de un capítulo de la longeva serie infantil de animación 'Arthur'. En el episodio titulado 'El señor Ratburn y la persona especial', perteneciente a la temporada 22, los niños de la escuela fantaseaban con quién estaría comprometido su maestro, que al final acababa casándose con Patrick, un chocolatero. La televisión de Alabama (EEUU), el canal APT, prefirió no emitir el capítulo. "Los padres han confiado en la Televisión Pública de Alabama durante 50 años para entretener, educar e inspirar a sus hijos. Sentimos que tenemos una confianza marcada con los padres con nuestra programación", justificó entonces su director general de programación.

Bob Esponja

La relación entre el inocente Bob Esponja y su inseparable amigo Patricio también ha generado suspicacias y en Ucrania fueron considerados gais por la Comisión Nacional para la Defensa de los Valores Morales y que, por ello, la serie presentaba "una amenaza real para los niños". Su creador siempre habló de sus personajes como "asexuales". Otras críticas que ha recibido la exitosa producción estaban relacionadas con la sumisión laboral del protagonista, que nunca pone pegas a la explotación laboral de su jefe en el Krustáceo Krujiente, y su vertiginoso ritmo, que podía poner nerviosos a los pequeños. Nickelodeon también retiró dos capítulos por "inapropiados": uno, donde los personajes se colaban en casa de una mujer para robar su ropa interior y otro que hacía referencia a un virus.