Michael Phelps sumó su oro número 19 en los Juegos Olímpicos tras una nueva exhibición en el relevo del 4x100 libres4x100 libres. Sin embargo, el 'tiburón de Baltimore' está en boca de todo el mundo por las manchas rojizas que cubren su cuerpo. La explicación se debe a que está tratándose mediante la técnica del ´cupping´ o terapia de ventosas, que es una práctica curativa que proviene de los antiguos chamanes de Mesopotamia para mejorar la circulación sanguínea y linfática.

Con una ventosa sobre la piel se emite calor con un papel ardiendo y se elimina el oxígeno que hay entre la copa y la piel. Así, las manchas que quedan en su espalda son el efecto del vacío y duran entre dos y tres semanas. El objetivo de esta terapia es mejorar el flujo de la sangre y recuperarse con mayor celeridad del dolor. Los músculos se relajan y Phelps sigue arrasando.