La piscina destinada a los saltos en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro se puso este martes de color verde en cuestión de unas pocas horas. La causa, según informa el periodista de Onda Cero Héctor Fernández en su cuenta de Twitter, puede ser una bacteria no perjudicial para el ser humnano pero muy resistente en el agua. Tanto que es muy difícil de combatir y que ha dejado la piscina de saltos impracticable para la competición... al menos por el momento.

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