Un autobús de la organización de los Juegos de Río para el traslado de periodistas y voluntarios entre sedes olímpicas fue atacado el martes en una zona del oeste de la ciudad.

El autobús, que circulaba por una ruta creada para los Juegos, transportaba a un grupo de periodistas de Diodoro al parque olímpico de Barra de Tijuca, cuando fue atacado por diversos disparos.

Como consecuencia del ataque, los cristales estallaron y al menos dos de los periodistas que viajaban en el vehículo resultaron heridos por el impacto de los cristales rotos. Una peridosta estadounidense tuvo que ser atendida presa de un ataque de ansiedad.

El vehículo estaba ocupado por doce personas, nueve extranjeros y tres brasileños.

El Comité organizador ha abierto una investigación para determinar las circunstancias del asalto.

Tras el incidente, los autobuses que se ocupan del traslado de prensa y delegaciones olímpicas desde Diodoro fueron escoltados por patrullas militares.

El pasado sábado, un disparo impactó en la sala de prensa del centro de hípica de los Juegos, también en Diodoro, sin provocar heridos.

El disparo se produjo fuera de la sala de prensa, perforó la lona de la instalación y la bala fue recogida en el suelo en el interior de recinto.

Fue una "bala perdida que no tiene nada que ver con los Juegos Olímpicos o la familia o la prensa. La zona no era un objetivo", subrayó entonces un portavoz de la organización.