Después de un año de retraso a causa de la pandemia, los Juegos Olímpicos de Tokio están a la vuelta de la esquina, donde miles de deportistas acudirán a la cita deportiva por excelencia.

Entre todos ellos destaca una delegación española que aporta hasta 321 deportistas preparados para dar el máximo rendimiento posible y para hacerse con las opciones de subir a lo más alto del podio.

Una potencia en deporte de equipo

Los diferentes conjuntos que representan a España en los Juegos Olímpicos de Tokio, volverán a ser uno de los principales focos a tener en cuenta de cara al medallero final. Concretamente, hasta nueve selecciones que conviven con las aspiraciones y la presión de alzarse con la medalla.

La vuelta del fútbol hace que se reviva el espíritu de de Barcelona 1992, donde en una vibrante final en el Camp Nou, la selección española se alzó con el oro venciendo a Polonia.

También el baloncesto logró colgarse medallas en Río por partida doble, en categoría masculina y femenina, algo que buscará volver a alcanzar en la capital nipona. El balonmano masculino, campeón del mundo y de Europa, aspira a cerrar el ciclo con el título que le falta. Las ‘Guerreras’, que fueron sextas en la última cita y terceras en Londres 2012, también tendrán sus opciones.

El waterpolo masculino, actual subcampeón del mundo, entrará en la piscina con el objetivo de un oro que ya se consiguió en Atlanta 1996. El femenino, campeón europeo y medalla de plata mundialista, intentará subirse a un podio que saboreó en Londres y del que se quedó muy cerca en Río.

También el hockey hierba, tanto en hombres como en mujeres, será un deporte al que habrá que tener muy en cuenta en cuanto a las posibilidades de medalla.

El medallero individual, en manos de Mireia, Craviotto, Valentín y Jon Rahm

Con las ausencias destacadas de Rafa Nadal, Carolina Marín, Bruno Hortelano o Sergio García, España pierde fuelle de cara a seguir ampliando el medallero. Aún así, muchos son los nombres de deportistas individuales que aspiran a tocar metal.

Si bien no hay ninguna medalla asegurada, las predicciones y las proyecciones apuntan a tres o cuatro eventos, donde casi con toda probabilidad algún deportista español conseguirá subirse al ansiado podio.

La nadadora Mireia Belmonte, el piragüista Saúl Craviotto, la levantadora de pesos Lydia Valentín y el golfista Jon Rahm son las opciones más claras de medalla. También el judoca Niko Shera y la karateca Sandra Sánchez, considerada la mejor de la historia en la categoría de kata femenino.

El piragüismo es una previsión de medalla clara para la delegación española. Craviotto competirá en K1-200 junto a Rodrigo Germade, Carlos Arévalo, Cristian Toro, Marcus Cooper Walz y Carlos Garrote.

En atletismo, Orlando Ortega es el más firme candidato en los 110 metros vallas, prueba donde ya fue plata hace cinco años. Y es el único nombre con opciones en el atletismo, con la presencia de Ana Peleteiro en triple salto, o las pruebas de marcha en la que sobresalen los campeones de Europa de 20 kilómetros, María Pérez y Álvaro Martín. Cabe destacar también al histórico marchador 'Chuso' García Bragado, que disputará sus octavos Juegos Olímpicos.

En cuanto a la natación, a parte de Mireia, también hay esperanza con el reciente oro continental de los 200 estilos, Hugo González. También con la natación sincronizada, con un equipo liderado por Ona Carbonell.

En tenis, la baja de Nadal deja a Garbiñe Muguruza y a Pablo Carreño como los principales referentes del equipo español.

Otros deportistas que apuraran las opciones de volver de Japón con el oro colgado en el cuello son el tres veces campeón del mundo Mario Mola en triatlón, las campeonas del mundo de vela ligera Silvia Mas i Patricia Cantero en clase 470, el histórico ciclista Alejandro Valverde en la prueba de ruta, Albert Torres y Sebastián Mora como dupla en pista, Fátima Gálvez y Alberto Fernández en tiro y la taekwondito Adriana Cerezo.

Las opciones están ahí y los deportistas lo van a dar todo. Será complicado llegar a cuotas altas como las 22 medallas conseguidas en Barcelona '92. Desde ahí, en todas las ediciones se ha llegado a los dos dígitos en el nombre total de medallas obtenidas. Sea como fuere, la proyección para la delegación española es optimista.