Fútbol 5 para ciegos

La selección de Fútbol 5 para ciegos se queda sin opción de medalla

España sólo pudo empatar a 1 ante Marruecos y no estará en las semifinales de Tokio

España no podrá luchar por las medallas

España no podrá luchar por las medallas / EFE

Julián Lafuente

La selección española de fútbol 5 para ciegos se quedó fuera de las semifinales después de empatar ante Marruecos en un choque vibrante, emocionante hasta el último minuto. No era para menos, en juego estaba la opción de luchar por las medallas de unos Juegos Paralímpicos.

El combinado nacional arrancó el encuentro bastante espeso y fue Marruecos el que apretaba desde el principio, a pesar de que la más necesitada era España, que necesitaba ganar para seguir viva y meterse en la lucha por las medallas. Al conjunto africano le servía el empate, pero no se conformó de inicio. Snisla, delantero marroquí y su mejor jugador, tuvo dos ocasiones en los primeros minutos que metieron el susto en el cuerpo a la Roja paralímpica.

Poco a poco parecía comenzar a estirarse el combinado español. Empezó a cargarse faltas, además, Marruecos. Pero en esas, Pablo Cantero derribó al delantero marroquí en el área y los colegiados señalaron penalti. No perdonó Snisla. Quedaba la segunda parte y una hazaña importante por delante: había que meter dos goles para no caer a las primeras de cambio.

Se lanzó en la segunda mitad España a por la remontada. Ahora sí, los de Jesus Bargueiras estaban siendo muy superiores, mejor ubicados, y empezaron a acercarse con peligro a la meta marroquí. A diez minutos para el final enganchó Antonio Martín un balón cruzado que se coló en la portería rival. Bocanada de esperanza en España, que inmediatamente después estrelló un balón en el poste por medio de Sergio Alamar. Ahí estuvo la remontada y las semifinales. Quedaban diez minutos y España apretó de lo lindo, pero fue insuficiente. Marruecos empezó a encerrarse y dejaba que Snisla se la jugara en solitario arriba. La tuvo de nuevo Alamar a falta de dos minutos, pero se precipitó en una opción de mano a mano inmejorable. Fue la última y gran ocasión de la Roja.

España venía a Tokio con la intención de redimirse tras el resultado de Rio y con el cartel de Campeón de Europa, pero no le bastó para, al menos, pelear por las medallas.