JUEGOS PARALÍMPICOS

Héctor Cabrera, del récord del mundo al asalto de las medallas en Tokio

A pesar de su última lesión, el de proyecto FER es uno de los claros favoritos en lanzamiento de jabalina.

Héctor Cabrera, en la Villa Olímpica de Tokio

Héctor Cabrera, en la Villa Olímpica de Tokio / FTA

Julián Lafuente

Si hace dos años hubieran preguntado a cualquiera por un favorito para llevarse la medalla de Oro de los Juegos Paralímpicos de Tokio en la prueba de lanzamiento de jabalina, la respuesta hubiera sido claramente: Héctor Cabrera. En noviembre de 2019 había batido el récord del mundo. A pocos meses de los Juegos, sin noticias aún de la pandemia, era, claramente, el mejor del momento. Pero el 2020 y todo se torció. No solo por el COVID-19, que también, sino por una grave lesión de rodilla que le obligó a pasar por el quirófano. Desde entonces, Cabrera aún no ha conseguido las sensaciones del Europeo de 2019, en el que consiguió el récord del mundo con un lanzamiento de 64.89, pero sabe que es capaz de pelear por las medallas. La que consiguió el sábado su amigo Kim López le sirve de espejo

Ha pasado un año complicado. Más allá de la pandemia, ha pasado por una grave lesión de rodilla y una operación ¿Cómo llega estos Juegos?

Estoy bien. He conseguido volver al nivel de técnica que tenía antes. Obviamente, no puedo estar en las marcas de antes de la lesión, cuando estaba pelando por superar la barrera de los 68-69 metros. Pese a eso, no quiero decir que no llegue en un buen estado de forma, al contrario, estoy en un estado óptimo para competir y luchar por todo, como he demostrado en los entrenamientos. Llegó bien, con ganas y técnicamente, muy bien. 

¿Qué objetivo tiene en mente para la competición?

Quiero alcanzar un lanzamiento de 61-62 metros. Ese es mi objetivo. Si soy capaz de sacarlo, probablemente estaré luchando por las medallas.

Debutó el sábado pasado en lanzamiento de peso, ¿qué sensaciones le dejó?

Haber competido el pasado sábado en el lanzamiento de peso, pese a no ser mi especialidad, me ha venido muy bien. Estar e el estadio olímpico es espectacular, es algo que siempre impone. Siempre te sube la motivación para llegar lo mejor posible. En mi caso me hacía falta un poco de motivación. En este mes he crecido mentalmente. Físicamente sí llegaba bien, pero me faltaba confianza en ser capaz de sacar un buen lanzamiento. En este último mes he ido afinando todos los aspectos. 

Tiene el récord del mundo, has demostrado que eres capaz de todo…

Yo lo que tengo claro es que mi rendimiento va a ser del cien por cien. He venido a competir y a por todas, por lo que por motivación y ganas no va a ser. Vengo sin presión, además. En otras circunstancias podría decir que vengo con cierta presión por conseguir una medalla, pero habiendo pasado lo que hemos pasado, con la lesión, con lo difícil que ha sido el año… la presión prefiero quitármela rápido. 

En estos últimos días, ¿qué ha sido más importante? ¿La aclimatación, el descanso? 

Lo más importante de estos últimos días antes de la competición es tratar de encontrar el punto de confianza necesario. Hace unos días hice técnica de lanzamiento muy buena, por lo que la confianza va creciendo. Queda ya poco y el objetivo es aumentar la confianza y la motivación. El descanso es súper importante y no ponerme nervioso, también. Ese ha sido uno de los motivos por los que competí en lanzamiento de peso, aunque sé que no hay posibilidades. Me ayuda a conectar con la competición, a conocer el terreno. En el campeonato de Europa estaba muy nervioso y se notó, así que ahora quería quitarme la presión de entrar por primera vez en el estadio olímpico, ver la cámara de llamadas, etc. 

El sábado pasado el Proyecto FER consiguió tres medallas, una de ellas precisamente de su amigo Kim López. ¿Cómo lo vio?

Se nota que el nivel valenciano está subiendo cada vez más, y especialmente en el mundo paralímpico. Además, llegan dos estrellas nuevas como Miriam y Nagore que también van a dar muchas alegrías. El trabajo se está haciendo muy bien, cada vez hay más paralímpicos con nivel para estar en unos Juegos. Eso es gracias en buena parte al trabajo de la Fundación Trinidad Alfonso y Juan Roig, que hace que nuestro trabajo se valore muchísimo más, que crezca nuestra confianza y haya cada vez más gente que quiera hacer deporte.