Si me da la gana creerme a Pichi Alonso No hace falta buscar y rebuscar para que alguien te diga que perfectamente puede conocer a alguien del cuerpo técnico del Valencia CF o a alguien del entorno del cuerpo técnico del Valencia CF, que le puede haber dicho eso de que Diakhaby se puso a llorar cuando en una reunión con Celades el técnico le mostró un video con una recopilación de sus errores, que no son pocos. Pero resulta que todos dicen que lo que él dice es mentira. Y todos son el club y el representante de Diakhaby. Tampoco descarto que el amigo Pichi se viniese arriba y en un arrebato de periodista chiringuitero exagerara una reunión lógica entre Diakhaby y Celades. Es más, el que escribe es el periodista que vio a Pichi Alonso decir eso y le pareció tan grave, que esperó a tener un video de sus palabras para reproducirlas tal cual. Y créanme, el amigo Pichi se viene arriba. Muy arriba. Se siente importante y se arranca con una ligereza para cargar contra Diakhaby hasta el punto de ridiculizarlo. Tal cual.

No se trata de defender al Diakhaby futbolista, sus errores han penalizado mucho al equipo y lo ha pagado con la suplencia por detrás del canterano Guillamón. Se trata de decirle al señor Pichi Alonso que lo que ha dicho es muy grave y que si le han desmentido tiene dos opciones, o reafirmarse o retractarse. Si él sabe que se produjo esa reunión y que el futbolista salió llorando, tendrá que reafirmarse porque se supone que hay que ir siempre con la verdad por delante. Seré el primero que estará atento a las horas previas al próximo partido del Valencia CF para ver que nos cuenta al respecto. Por si acaso, y en plan maldad absoluta, recientemente hubo un futbolista en el FC Barcelona al que le sucedió algo similar a lo que le sucede a Diakhaby: que le puede al presión a volver a equivocarse. Me pregunto si Pichi Alonso fue tan ligero a la hora de hablar de Andre Gomes, o si optó por medir mejor sus palabras y no sentirse el rey de la fiesta queriendo dar la noticia del siglo. Apuesto a que midió porque no quiso mear fuera de tiesto. Ahí está la diferencia.

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