Este año 2020 será recordado por el coronavirus, eso está más que claro, y por supuesto por sus consecuencias en todos los sentidos. Una de ellas, no digo que importante, pero sí simbólica para quienes amamos al fútbol, es que el 'Balón de Oro' de 'France Football', no se otorgará y quedará desierto, por primera vez desde que se creó, allá por el año 1956.

El primer vencedor fue Stanley Matthews que, a sus 41 años, recibió el galardón más por su trayectoria que por su año, porque Alfredo Di Stéfano, que fue segundo, tenía todas las de ganar por su magnífica temporada. El español (ahora veremos por qué lo digo así) fue luego dos veces triunfador del premio, en 1957 y 1959.

Digo español porque desde sus inicios hasta 1995, durante 40 años, se dio el balón de oro solo a jugadores europeos y, por lo tanto, la falsa historia de que solo Luis Suárez ha sido ganador hispano queda desmentida solo con leer el reglamento de la época. Di Stéfano pudo ganar el Balón de Oro, porque tenía pasaporte español, de lo contrario, nunca lo hubiera obtenido.

A partir de 1995, ya se permitió que fueran jugadores de toda nacionalidad, pero siempre que jugaran en Europa De los primeros 16 periodistas que votaban hasta los 173 que lo hacían en 2010, se pasó a una entente cordial con FIFA y se unió el galardón de mejor jugador de ésta con el balón de oro, y ya votaban entrenadores y capitanes de los equipos nacionales, además de periodistas.

Unos problemas entre France Football y la FIFA hicieron que se desgajaran, manteniendo, desde 2016 la revista su 'Balón de Oro' y la FIFA su 'The Best', pero el viejo balón siempre ha sido mejor considerado, aunque luchar contra los mandamases del fútbol mundial no se antoja fácil.

La revista ha decidido, pues, no señalar al mejor de 2020 y la FIFA aún no se ha pronunciado, pero parece que su galardón tampoco se otorgará este año. La pregunta es si, a pesar de ser un año complejo, ¿no hubiera sido mejor mantener la 'normalidad' y darle el premio al mejor? Sobre todo, si, como se está comentando, otros no habituales como Messi y Ronaldo, sempiternos vencedores, podrían haber sido los elegidos.

Se habla de Lewandowski o de Benzema, aparte de otros nombres y, quizá esta pandemia hubiera podido dar un nuevo ganador. Quedando todavía la Champions League, así como la Europa League y las copas continentales de las otras confederaciones y las ligas que comenzarán, de nuevo, en breve (como la china, que ha empezado este fin de semana), se podría haber continuado con el premio. Y me pregunto que, si no hay mejor jugador porque se ha pensado que no ha habido 'fútbol real', ¿qué decir entonces de los campeones que han sido coronados o los que aún quedan por serlo, en competiciones continentales? ¿No son o serán 'ganadores reales' sino pandémicos?

En fin, que una simple decisión puede hacer pensar, quizá en exceso, pero sin duda con algún fundamento, en que este año no debió ser considerado como 'real' y haber hecho que todo fuera un eterno amistoso... Estoy bromeando, porque no lo creo así, pero alguna voz se ha alzado en ese sentido...

Y no voy a hablar del Fuenlabrada, porque cada día sale una nueva noticia al respecto y se merece esperar algo más. Aunque, sin duda, nos espera una saga legal interesante durante este resto de verano. Mientras, entre trabajo y siesta, recomiendo la lectura de la última novela de Joël Dicker, 'El enigma de la habitación 622'. Disfruten y no se me amontonen, ¡que hay rebrote!

Más opiniones de Juan de Dios Crespo.