Todo el mundo señala a Florentino Pérez como el gran derrotado en el asunto de la Superliga europea y ciertamente lo es. Y ahí están también el Atlético de Madrid y su ya falso lema de equipo del pueblo. O el Barça con sus valores podridos desde tiempos inmemoriales. Pero hay algunos más. Pedrerol y su Chiringuito, por ejemplo. Y Ferreras, no lo olvidemos. Felicidades a Ferreras por tener en directo en el plató a Florentino el día en que él era la noticia en el mundo del fútbol, pero ha quedado meridianamente claro que la estrategia de ir allí a decir que inventó la Superliga para salvar el fútbol no ha servido para nada. O si acaso, ha tenido el efecto contrario. No se lo ha creído nadie. Midieron mal sus fuerzas Ferreras y Josep. Tienen menos poder sobre la gente del que ellos pensaban. Tranquilo Floren, que esto está hecho, va a ser fácil, debieron pensar. O como dijo Buenafuente, tito Floren, vente al Chiringuito a hablar de tu chiringuito. Interesante es también la reflexión de Jorge Valdano: «Creo que no te puedes presentar en 'El Chiringuito' como un mesías subestimando al propio fútbol». La palabra 'mesías' está muy bien utilizada y no puedo evitar acordarme de nuestro querido y afortunadamente olvidado Tunku Ismail porque cualquiera diría que Ferreras y Florentino le han copiado la estrategia de puesta en escena al mismísimo Príncipe de Johor. La capital de España y Malasia más cerca que nunca oye. Eso sí, a Tunku le duró bastante más la película. Lo que viene siendo una 'arrancà de rosí i parà de maxo' de toda la vida. Por otra parte, si lo piensas, lo que ha hecho Florentino es inmoral pero él ha sido consecuente, ha sido lógico. Hasta un delincuente puede ser coherente con la lógica de un delincuente, por eso digo que en ese sentido Florentino ha sido coherente con la lógica de un empresario acostumbrado a que se haga lo que él dice y que ve la vida desde el prisma del capitalismo galopante en el que el pez grande siempre se come al pequeño, algo que te puede gustar o no pero es legal. La vida está montada así. Pero más allá de coherencia, Florentino ha tenido dignidad. Ha tenido la coherencia del lobo de Wall Street que entiende la vida así y por lo tanto propone una solución egoísta y a su medida y semejanza, y no se ha bajado del barco hasta que ha visto que estaba solo en él y que no había manera de arrancarlo. Menos, o mejor dicho ninguna, dignidad ha tenido por ejemplo el Atlético de Madrid, que se subió al carro con todas sus consecuencias y al ver que se hundía, se bajó apelando a lo mucho que le interesa la opinión de sus aficionados. El fútbol necesita una revolución pero desde luego no esta que propone Florentino Pérez y que aplaude Pedrerol, no me fastides...