A falta de un partido para que termine el campeonato el Valencia CF Tan barato que hasta es posible que el Huesca salve la categoría con 33 puntos. El fútbol tiene estas cosas, hay ligas que no se ganan con más de 90 puntos y hay Ligas que se ganan con menos de 80. De hecho, el récord de puntos del Valencia CF en la Liga son 77 con Nuno en el banquillo, y quedó cuarto... Lo que quiero decir es que el Valencia CF esta temporada no ha llegado a sufrir por el descenso pero cualquier otro año con esos números te pasas los días finales de la competición rezando. Pues bien, el Valencia CF tiene un equipo que como mucho puede hacer 45 puntos y no solo no tiene dinero para reforzarlo, es que necesita debilitarlo para ajustar ingresos y gastos. Soy de los que cree que con otro entrenador habría hecho más puntos pero es mi opinión y no va más lejos. La realidad es la que dice la clasificación. Y es también que a ese equipo hay que quitarle jugadores por valor de 35 millones de euros. Es un problema, sí, pero dependiendo de cómo trabajes puede ser mucho mayor. Seamos claros: el máximo accionista del Valencia CF, Peter Lim.

La historia del fútbol está llena de equipos que vendiendo mejoran, pero eso se hace con planificación, y eso es precisamente lo que Lim no permite. En estos momentos el Valencia no tiene nada adelantado en el mercado, no hay ningún futbolista fichado a coste cero en previsión de que haya que vender. En otras palabras, no ha aprendido de lo que sucedió el verano pasado y condena al Valencia CF a tener que acertar mucho para no repetir la historia porque ahora se tiene que lanzar al mercado cuando todo los clubes saben que tiene que vender y que le viene justo para fichar. No aprender de los errores es grave, pero en el caso que nos ocupa, es jugar con fuego. El Valencia CF está obligado a acertar porque equivocarse de nuevo viniendo de donde viene puede significar perder el salto de calidad que esta temporada le ha diferenciado de Alavés, Eibar, Huesca o Elche. Pero lo peor de todo es que a Peter Lim no parece preocuparle si el Valencia CF se convierte en un equipo que no aspira a nada y si con ello traiciona el motor que ha guiado los 102 años de historia del club: la voluntad de querer llegar. En esa traición puede tener la respuesta a que había más valencianistas en la manifestación en su contra que en el partido ante el Eibar. Acertar o morir.