Claro que en el Valencia hay bandos, por desgracia, pero los hay

No coincidir en la forma no implica no hacerlo en el fondo y por eso no eres un mamador o un apesebrado, que ya vale de tantos insultos entre gente unida por un sentimiento

Toni Hernández

Toni Hernández

Toni Hernández

Toni Hernández

En el Valencia hay bandos, por supuesto que hay bandos. Por desgracia de todos, pero los hay. Negarlo está bien, es una opinión y no estamos aquí para convencer a nadie de nada, pero los hechos es que hablan muy claro, demasiado claro. Tenemos un gran problema, al margen de la gestión de Meriton y Peter Lim. Ciertos sectores del entorno del valencianismo viven mejor con enemigos, reales o imaginarios, y no se pueden permitir el lujo de que desaparezcan, ya que de algún modo, su forma de vida, pierde sentido. Nadie está a favor del máximo accionista del club, nadie lo defiende, nadie lo justifica. Insistir en lo contrario es simplemente faltar a la verdad, aunque se hace todos los días. Y desde un prisma que es el que al final genera los puñeteros bandos.

Todos tenemos claro que el tiempo de Peter Lim ha terminado en València. Que es el único responsable de todo lo que ha pasado y pasa en el seno del club a nivel deportivo, social y económico. Repito, y no me voy a cansar, no veo a nadie decir lo contrario. Hay grupos que se mueven para intentar cambiar las cosas, y todos somos más o menos afines con unos o con otros. No me siento representado en absoluto por ‘De Torino a Mestalla’ y Juan Martín Queralt, y sí por Libertad VCF, aunque no esté de acuerdo con todo lo que hacen y lo que dicen. Nos une la esencia, el fin de las cosas, pero puede que la forma sea distinta. Y ahí es cuando empiezan los bandos, porque si no tienes una determinada forma de pensar eres un vendido, no mereces ser del Valencia, se debe apuntar tu nombre para el futuro, se te debe señalar… ¿pero se puede saber de qué vais, panda de macarras de todo a cien?

Si sólo entendemos el valencianismo de un modo, el nuestro, y no aceptamos que haya quien piense de otro modo, no somos mejores que Lim, Meriton y su totalitarismo. Porque los que tienen la osadía y desfachatez de señalar, dividen, generan los bandos, deciden quiénes son los buenos y quiénes son los malos. Como aquella vez que Murthy habló de falsos aficionados del Valencia, con lo que esta gente no acaba siendo mejor que el presidente del club. Vosotros, esos que insistís en que no hay bandos, sois los que enfrentáis a la gente, porque necesitáis que haya enemigos y que se pueda cargar contra alguien, que haya quien pueda ser el foco de todos los palos.

Cada uno entiende el Valencia como le da la real gana, y nadie es mejor que nadie, porque aquí todos somos iguales, y no existe un valencianista con superioridad moral sobre otro, faltaría más. Nos falta cintura, nos falta amplitud de miras, nos falta tener claro que la riqueza está en la diversidad. Que no coincidir en la forma no implica no hacerlo en el fondo, y que por eso no eres un mamador o un apesebrado, que ya está bien de tanto insulto gratuito entre gente que se supone que está unida por un sentimiento. O tenemos claro que somos muchos, y cada uno de nuestro padre y de nuestra madre, o seguirá habiendo bandos. Como pasa ahora, aunque haya quien se empeñe en negarlo cada día.