¡Qué alegría ver algún enfado!

Bordalás en el Puchades

Bordalás en el Puchades / JM LÓPEZ

Pablo Leiva

Pablo Leiva

Nunca es bueno encajar goles pero una de las imágenes del partido la dejó Bordalás precisamente tras un tanto del Cartagena. Un enfado evidente desde el banquillo con charla incluida con sus asistentes que demostraba que no le había gustado un pelo la relajación. Viniendo de donde viene el Valencia, con un Javi Gracia excesivamente tranquilo en sus emociones y que no transmitía en exceso, la figura del entrenador valencianista me parece un avance llamativo. Para la afición pero sobre todo para la plantilla. No es solo un gesto sobre el terreno de juego o en el banquillo sino un cabreo con todo lo que signifique una desconexión durante los 90 minutos. Eso es lo que no puede suceder. Ante la falta de calidad, el carácter debe ser indiscutible. Y la imagen de Bordalás fue el fiel reflejo de que aquí no puede bajar el listón ninguno. 

Fichajes

El equipo sigue jugando los compromisos con futbolistas que no tendrán un rol importante en la temporada, con la duda del futuro de Guedes y con Alderete como único fichaje. Eso sí, es evidente que en el centro del campo hace falta un futbolista como mínimo y la delantera, más aún si sale el luso, tiene que tener refuerzos de garantías.