La necesidad de seguir evolucionando

El crecimiento del fútbol femenino es real. Ya cada vez más ligas en Europa están decidiendo profesionalizar el fútbol femenino...

Una imagen del Valencia CF Femenino

Una imagen del Valencia CF Femenino / VCF

Marta Peiró

Marta Peiró

El crecimiento del fútbol femenino es real. Ya cada vez más ligas en Europa están decidiendo profesionalizar el fútbol femenino, lo que favorece a los clubes, jugadores, las propias ligas e incluso los aficionados y las aficionadas. Cada vez más gente puede acceder a ver los partidos en televisión y, si no fuera por el COVID, los estadios se hubieran llenado más frecuentemente. Porque sí, el fútbol femenino interesa. Así se está demostrando. 

Hace apenas 4 años, nadie se imaginaba que el fútbol femenino iba a crecer de esta manera. Es más, la mayoría de las jugadoras ni si quiera podía pensar que se iban a permitir unos buenos salarios dando para vivir el día a día o incluso para ahorrar. Pocas lo creían. Pero así está siendo. La apuesta en Europa está siendo muy buena. Tenemos los ejemplos de España, Francia, Alemania y, sobre todo, Inglaterra. Pero también otros países están haciendo apuestas fuertes por la evolución del fútbol femenino como Italia o Suiza.

Los resultados de una apuesta fuerte en estos países están siendo magníficos. El ejemplo está en las televisiones. Países como Suiza o Inglaterra televisan todos los partidos. Otros como España y Francia televisan el 80 por cien de sus partidos los fines de semana. Este hecho permite a los seguidores y seguidoras estar al tanto de todos los resultados, seguir a su equipo, apoyar desde la distancia, tener conocimiento de todos los movimientos de mercado etc. Es la mejor manera de vender el fútbol femenino y darlo a conocer.

También la apuesta de los sponsors es una de las claves de su evolución. Cada vez más empresas están interesadas en aparecer en el fútbol femenino porque lo ven un mercado muy atractivo para vender sus productos. Esto tiene un fuerte efecto en las ganancias de las ligas y de los equipos. Gracias a esos ingresos están haciendo que los clubes mejoren sus recursos, incorporando más miembros a los cuerpos médicos y técnicos, comprando más material para las jugadoras, cambiando el césped artificial por natural (y cuidarlo, claro) etc. Mejoras clave que hacen que el fútbol femenino crezca adecuadamente. 

En España desde la firma del Primer Convenio donde se fijó un salario mínimo ya no hay jugadoras en Primera División que les cuesta jugar a fútbol. Antes creedme que sí. Los salarios siempre han sido un tema tabú porque siempre se comparan con los salarios estratosféricos de los jugadores profesionales de fútbol. Es imposible comparar eso porque, por el momento, no generamos ese dinero. Pero si que hay que recalcar que si se está evolucionando adecuadamente en este tema. Las jugadoras podemos incluso ahorrar, cosa que, como he dicho antes, años atrás era imposible. 

En esta vida todo llega. Ahora es nuestro momento, es el momento del fútbol femenino. Hay que seguir apostando por ello. No hay que levantar el pie del acelerador para conseguir la ansiada igualdad. No después de todo lo conseguido.