Si Bordalás nos dice que por el barranco, para allá que vamos

Toni Hernández

Toni Hernández

Toni Hernández

Toni Hernández

José Bordalás ha logrado cerrar el «fichaje» más complicado que pueda haber para el Valencia: la confianza. Los que nos hemos dedicado al mundo del fútbol (sí, unas veces salieron mejor las cosas y otras peor, y un día hablamos de ello), sabemos que ese estado es muy complicado de alcanzar. Y menos con el tiempo que lleva aquí el técnico alicantino. La confianza la ves en los jugadores, que tienen clarísimo lo que deben hacer, y lo ejecutan sin miedo y totalmente convencidos de que es el camino para alcanzar la victoria. Y también la podemos comprobar en el entorno, que ve cómo su equipo pierde un partido de una forma cruel y hasta absurda (leímos mal el final, que hay que ser exigentes), y sin embargo aplaudió a rabiar a sus jugadores. Estamos en ese nivel de que si Bordalás nos dice que barranco abajo para ganar, allá vamos todos. 

Tampoco pensemos que el entrenador es infalible y que nunca va a fallar, ya lo quisiera él. Pero aquí no estamos hablando de momentos puntuales, sino de un método, dentro y fuera del campo, que está funcionando. Cuando una plantilla se cree lo que le dice el jefe, rinden por encima de su nivel real. No se inventa nada en el fútbol con esto, sino que se pone de manifiesto que un buen técnico, quizá uno de los mejores del país pero con mucho menos nombre o foco que otros, es el fichaje más importante que puede hacer un club. No sé quién puso el nombre de Bordalás encima de la mesa, porque incluso sobre esto hay teorías, cómo no, pero está claro que bendita la hora. 

Es posible que algún día haga cosas que no nos gusten o que salgan mal, de ahí que digamos que no es infalible, pero tengamos claro que lo hará por algo, aunque luego no termine como todos esperamos. Además del momento subidón que tenemos con él, que es muy lógico, también debemos tener el poso para saber que, cuando vengan mal dadas, el método y el trabajo serán exactamente los mismos, y no tendremos que dudar en ningún momento.

DOS APUNTES

De un par de cosas más quería hablar, por aquello de cabrear a alguien. Madridistas en Mestalla. Si estaban es porque abonados del Valencia no retiraron todas las entradas, o incluso las llegaron a «ceder». ¿Quién tiene la culpa? ¿El precio de las localidades? En la final de Milán, el 52% de los que les tocó una entrada, la vendieron. No, el problema es otro. Y es nuestro. Y de hace mucho. Ver a tanta gente de pie con los goles del Madrid es una sensación de vergüenza y de impotencia que no se puede volver a repetir. De ninguna de las maneras, que luego se nos llena la boca con determinadas cosas, pero también hay que «cumplir» con la parte que nos toca. Y esto, por supuesto, a quien corresponda.

Y Hugo Guillamón.

Termina contrato el mismo día que Gayà y Soler (y que Guedes, que lo estamos diciendo muy poco), y para entonces, si sigue en esta dinámica, y tiene toda la pinta, puede estar al mismo nivel de importancia. Un mediocentro excelso, con recursos, que levanta siempre la cabeza, que tiene la siguiente jugada, que le pone una sangre fría que nos va a costar un día un paro cardiaco, pero que es un futbolista con todas las letras, y que apunta a ser titular muchos años en ese puesto. No hagamos demagogia con él, y pongámoslo en el mismo saco de jugadores claves del Valencia, porque es lo que se está ganando cada día.