Hugo Guillamón fue protagonista por mucho más que ese desplazamiento en largo a Guedes previo al tanto de Marcos André para empatar el marcador. El centrocampista, que ya se ha ganado el derecho a ser eso, un medio, deja claro que es su posición. Líder por carácter, inteligencia táctica y por fútbol. Paradójicamente, el canterano ha respondido en un momento en el que se pedían líderes. Como central dejaba dudas, más por esos errores pequeños que le alejaban de ser un futbolista contundente y con capacidad para ser además un ‘4’ del estilo de Bordalás. En la medular ocurre todo lo contrario. Es un futbolista nuevo y lo está dejando claro en cada partido. Con cosas a mejorar pero siendo uno de esos descubrimientos del técnico, quien además siguió apostando por él después de la roja directa a los pocos segundos de arrancar la competición. Y ahora Hugo se ha convertido en su continuidad sobre el terreno de juego, en el hombre del técnico y un hombre capaz de llegar al minuto 95, levantar la cabeza con el marcador en contra y ponerla donde quiere. A mí personalmente Guillamón me ha convencido. Y la mejor noticia es que a este Valencia le sienta de maravilla.

MARCOS ANDRÉ

Cuando miro al delantero brasileño veo a un jugador con hambre, con el cuchillo entre los dientes y lleno de confianza. Más allá del nerviosismo de su debut, algo que él mismo reconoció, ese proceso de aprendizaje es lógico. El delantero tiene todo para poder aportar a un Valencia necesitado de figuras ofensivas más allá de Guedes mientras espera a que Maxi ayude con algo más que pelea. El uruguayo, futbolista con condiciones para aportar a este bloque, parece algo fuera de todo. Y lo peor es que ser titular por decreto no ayuda. De hecho le desespera como se vio en la doble amarilla ante el Athletic.