El aficionado valencianista no va a Mestalla a ver los partidos del Valencia. Ese es el titular fácil de una situación que, efectivamente, se ha dado, especialmente el día del Athletic de Bilbao. Menos de la mitad del aforo permitido dejó una entrada de poco más de 12.000 espectadores. Una imagen triste y dura, porque podríamos haber sido, igual que contra el Madrid, casi 30.000. No tengo una bola mágica ni tampoco un bando donde atrincherarme, con lo que no voy a sacar una escopeta y disparar en una sola dirección, que además, es lo fácil y lo que incluso puede venir bien al relato. Meriton es el culpable de todo lo que pasa en este club, de todo, y aunque repito, la campaña de abonos no me pareció mala en su concepto, con las diferentes opciones, lo cierto es que no ha calado en la gente. Y al final, eso es lo que marca el hecho de que sea buena o mala. 

La desafección es un tema que yo pensaba que estaba superado. Más que nada porque casi el 90% de los abonados del club renovaron su pase. Otra cosa muy distinta es que quieran sacar la entrada en cada partido hasta que haya una normalidad, y eso puede ser debido a muchos factores, no sólo a que Meriton sea un desastre en muchas cosas, y su política de estos dos últimos años una absoluta ruina en todos los sentidos.

Por la razón que sea, incluso puede que porque no se quiera pagar nada más que por la mitad del pase que no te genera el problema de sacar tus localidades cada semana de partido en casa, el abonado no está yendo. ¿Es sólo por los precios? Podemos apuntar también a eso, y sin duda, Peter Lim podría dar orden de que se premiara más al aficionado después de todo, aunque tampoco creo que la causa principal esté ahí. Pero hay que seguir buscando, nos tenemos que seguir preguntando dónde está el problema, porque es obvio que por algún sitio anda.

Si el abono te lo hubieran cobrado con el precio estipulado y se pudiera ir a cada partido como toda la vida sin tener que sacar ninguna entrada, ¿iría la misma poca gente? No quiero ser ventajista contestando, porque ahora mismo eso es ciencia ficción, pero el sentido común te dice que, con todo lo que se lleva desde septiembre de 2019 hasta hoy, la asistencia a Mestalla sería mucho mayor que ese 50% del aforo permitido hasta ahora y que justo ayer ha sido objeto de una nueva revisión en cuanto a las restricciones vigentes en la Comunitat Valenciana.

Estos días he leído cosas desgarradoras, siniestras, que hablaban una vez más de pasotismo, de alejamiento del Valencia, de que la gente no quiere saber nada del club mientras siga Meriton. No he preguntado a todos y cada uno de los valencianistas la razón por la que hacen cada cosa, pero tengo muy claro algo: el Valencia, para todos ellos, está por encima de todo. Que luego no sea cómodo sacar una entrada, que se quiera esperar a que Mestalla sea un sitio «normal», que hasta enero que el pase sea 100% como siempre no se quiera acudir, que sólo se haga el esfuerzo en partidos que apetezca (aunque el rival nunca debe importar, porque el que juega de local aquí siempre es el Valencia), es otro tema.

Que sí, que Lim y Meriton se vayan a su casa, que eso no cambia, que eso va a ser de esa forma aunque hagamos Doblete este año. Pero el valencianismo no pasa de su equipo ni de su club. Se ha intentado vender esa historia muchas veces en poco tiempo, y la realidad, siempre ha superado con amplitud a las ganas de caos que se perciben en algunos sectores. Y creo que sí, hoy habré cabreado a bastante gente. Y ya lo siento, porque al final, a todos nos une lo mismo, aunque a cada uno a su manera.