Todas las etapas tienen un final

José Bordalás y Paco López

José Bordalás y Paco López

Pablo Leiva

Pablo Leiva

El Levante hacía ayer oficial la destitución de Paco López al filo de la medianoche. El entrenador con más partidos en la historia se marcha cerrando una etapa pero deja atrás un buen número de noches imborrables para la parroquia granota. La mejor noticia del de Silla fue siempre que era un hombre de club y su identidad encajaba con eso que quería ‘exportar’ la entidad. Más allá del fútbol estético, algo alocado y que provocó más de un enfado por dejar marchar puntos que estaban en la mano, el técnico ha sido ejemplo de profesionalidad y tiene muchas más luces que sombras. De eso no hay duda. Unas históricas semifinales de Copa del Rey, salvaciones año tras año y la sensación de que el ADN de Paco sumaba en cualquier contexto. El final de la etapa deja un sabor amargo pero con el tiempo se valorará lo conseguido en el Ciutat de València.

Y desde Mestalla, con todas las diferencias entre él y Bordalás, sería una fantástica noticia que el técnico estuviera cuatro años, como mínimo, sentado en el banquillo. Sinónimo de éxitos. Más allá de que cada vez que se cierra una puerta y se pone el broche final a una etapa, el relato suele ser algo equivocado. Porque el pasado más inmediato parece pesar más, pero si algo tienen ambos técnicos, tanto el de Silla como el alicantino, es que son hombres fieles a una idea. Y eso, triunfe o no triunfe, lo que no hará es equivocar a nadie.

Semanas de descanso

El parón de selecciones nunca viene bien pero al Valencia le llega en un contexto perfecto. Incluso habiendo ganado solo dos de los últimos doce, porque recuperar a los primeros ‘espadas’ es siempre una buena noticia. Estoy seguro de que en los últimos dos encuentros, como mínimo, la afición habría celebrado más puntos con más teóricos titulares sobre el césped.