Opinión

Los guardianes del buen fútbol

El estilo y la forma de jugar en el fútbol, como en cualquier otro espectáculo, va por gustos.

El estilo y la forma de jugar en el fútbol, como en cualquier otro espectáculo, va por gustos. / Efe

Estoy cansado por no decir harto de que nos digan qué tiene que gustarte y qué es bueno o no. En la vida, en la gastronomía e incluso en el fútbol. Siempre se ha utilizado desde un sector de aficionados al Barcelona de Pep Guardiola como paradigma del juego bonito.

Sí, a cualquiera que le guste el deporte rey le tiene que encantar ese equipo de ensueño, pero eso no justifica que otros estilos de juego sean constantemente denostados por los guardianes del fútbol, pero ¿qué es el buen fútbol? Más que deportiva da para una clase de filosofía. Yo, por ejemplo, no concibo que un equipo con éxitos, que gana y hace vibrar a sus aficionados sea calificado de «juego feo».

Lo mismo para el «tiki-taka», pero es más común lo contrario. El fútbol es pasión. Al igual que cualquier espectáculo, si no transmite sensaciones a la gente queda carente de esencia. A mí me gusta que los equipos peleen, compitan, sean agresivos y utilicen sus recursos de la manera más inteligente y eficiente para ganar. Y es igual de válido que cualquier otro enfoque, pues defender bien también es cuestión de aptitud.

Las críticas a dos entrenadores de éxito

Simeone y Bordalás son entrenadores de éxito. Criticados y vilipendiados por un carácter ultradefensivo que no es tal. Son de éxito porque allá donde han ido sus equipos han crecido y cuando se han ido han quedado mejor de lo que estaban cuando llegaron. Me gusta más el rock que el pop.