El fichaje del técnico alicantino en verano dejaba claro que de nuevo el Valencia CF tenía un entrenador acorde a la filosofía y la historia del club. Él mismo con sus palabras demostraba que el camino era el ADN y eso era innegociable.

En todo ese análisis previo del Bordalás más fiel a sus ideas e intentando dibujar su Valencia, el 4-4-2 parecía inamovible viendo su pasado más reciente. El doble lateral incluso era otra de esas ideas que nos obligaban a pensar en posibilidades para la 2021/22.

La mala racha cambió sin embargo ese escenario pero no fue el único motivo. Las lesiones, la ausencia de ese perfil ‘Cucurella o Nyom’ y la falta de seguridad defensiva obligaron al técnico a dar una vuelta a esa idea.

Y eso habla bien, una vez más, de un Bordalás que está demostrando ser justo en lo táctico y en lo individual.

Tal vez no servirá siempre y está condicionado a rivales con los que es mejor retroceder metros pero siempre es una gran noticia ver al entrenador sacar las virtudes del equipo y esconder los defectos sea cual sea el sistema.