Opinión

Momento pirámide

En una conversación entre valencianistas hay muchas cosas sobre las que discutir, aunque al final en la charla siempre se acabará hablando sobre Peter Lim y su gestión

Lim Go Home

Lim Go Home / SD

El jueves hubo cena de la peña Colla Amunt, la única tertulia a la que acudimos con tranquilidad el reducido grupo de valencianistas irredentos con el solo objeto de arreglar el equipo, el club, la ciudad y si los restaurantes no cerraran tan pronto hasta acabaríamos con el hambre en el mundo. Hay mucha y buena información, así como excelente rollo. Discutimos, como no puede ser de otra forma, pero con orden.

La primera controversia vino sobre si Carlos Soler era mejor que Fernando Gómez. Buen aperitivo. No, fue la opinión mayoritaria, para resumirlo. De ahí pasamos a lo canalla que se pone Mestalla con los jugadores valencianos, y alguno mencionó al energúmeno que tiene unos asientos detrás que a la primera que puede se pone a insultar a Gayà, y si se tercia también a Soler.

Coincidimos que el arquitecto del mejor Valencia de la historia fue Javier Subirats como secretario técnico, bien presionado por una directiva que sabía lo que quería (Cortés, Ortí y Llorente); aunque mencioné que Pep Claramunt ha sido uno de los mejores ojeadores de Paterna, y los que aún podemos presumir de haberlo visto de corto, un jugador exquisito.

La derivada hacia la secretaría técnica, o la pomposa denominación posterior de director deportivo, era evidente. ¿Alguien sabe quién es el Subirats de ahora?, dijo uno. Otro puso el ejemplo de Monchi en el Sevilla, como uno de los puntales que el conjunto de Nervión lleve tantas campañas arriba.

Estaba cantado que acabaríamos en Lim. En su incapacidad para rodearse de buenos profesionales para gastarse el poco dinero que ha puesto con criterio. Algunos de los componentes de la peña acudieron a recibir al emprendedor (llamarle empresario es excesivo) singapurense como mesías, que conste. Pero como están arrepentidos y han hecho propósito de enmienda no incidimos en el engaño general que provocaron los representantes valencianos de Meriton, ahora escondidos.

Y llegamos al presente del club, con el apoyo unánime a todas las iniciativas habidas y por haber para expresar el disgusto y enfado con la gestión de Lim. Cesión de acciones a Libertad VCF, apoyo al minuto 19 de hoy (del partido de esta tarde solo expresamos la preocupación por el buen momento del Rayo) y por supuesto presencia en la marcha unitaria del 11D.

Hasta que entró en escena el ‘momento pirámide’, un concepto que introdujo uno de los miembros más cercano y conocedor del mundo empresarial valenciano. Explicó que hay una circunstancia que aparece en la vida final de los más ricos, cuando les preocupa cómo pasar a la posteridad, y buscan prolongar su influencia y mecenazgo para la historia.

Según contó, el Valencia ha entrado después del verano en ese ‘momento pirámide’, el único que nos puede salvar de Lim. Esperemos que sea eso, porque en caso contrario nos espera una tumba colectiva. Creo que algunos piensan llevar alguna pancarta al respecto el próximo 11D.