Sí, así se titula este artículo pero podría ya ser fútbol de hoy en día, porque la FIFA va a implantar, en la próxima Copa Árabe que patrocina y que empieza ya el 30 de noviembre, un sistema de control automatizado de los jugadores, con el fin de detectar cuando pueda existir un fuera de juego.

Ya hemos tenido la técnica de la línea del gol, que ya nadie discute, porque es mejor que el gol que lo sea, lo sea de verdad, y todos se han puesto de acuerdo para no criticarlo, aunque si hubo voces en contra en sus primeros pasos, hace ya casi una década.

Luego, fue el VAR, y aunque hay dimes y diretes de vez en cuando, se está imponiendo poco a poco para ser, y no creo equivocarme, ya indiscutible dentro de nada y no nos acordaremos de las peleas que ha conllevado, porque se irá mejorando temporada a temporada. Y, ahora, este sistema para que el árbitro, sí, él directamente, y no a través de un tercero o de una pantalla (aunque esto no queda claro y quizá el trencilla haya de ir a comprobarlo) pueda saber si un off side existió o no en una jugada concreta.

La verdad es que lo que se propone es ya casi ciencia ficción, porque serán 29 apoyos técnicos detectables que tendrá cada jugador y que serán monitorizados por 12 cámaras. Es decir que va a tener el futbolista una serie de lugares en su equipación (¿y su cuerpo?) que permitirán darle la información casi inmediatamente al árbitro, para que pueda pitar o no fuera de juego. Sus auxiliares tendrán menos trabajo ¿o también obtendrán esa información? Eso aún no se ha dicho y lo vamos a poder comprobar ya enseguida, en esa Copa Árabe de FIFA.

La Premier probará esta tecnología

Mientras se prueba, y si funciona, ya se comenta que será aplicada la tecnología en el próximo Mundial de Qatar (donde también se va a desarrollar la Copa Árabe) a finales del año que viene. Pero, la Premier, siempre la Premier, está ya al quite y prevé poner en marcha ese producto en la temporada 2023-2024. No es el lugar para hablar de ello, pero la competición inglesa tiene siempre la marcha puesta para salir pitando sobre ruedas, a la vista de cualquier cosa, técnica o comercial, que le pueda ayudar a estar en el primer rango...

Existía una serie, hace muchos años, llamada “El hombre biónico”, y la verdad es que uno piensa que la ciencia, que tanto nos ayuda en la vida cotidiana (estoy escribiendo en un ordenador, que parece que haya existido siempre, y no, no es así..., y voy a enviar un correo al director de Superdeporte, y no, tampoco existe desde tiempos inmemoriales; o ya las mismas vacunas contra el coronavirus) nos está cambiando perspectivas que parecían perennes.

El fútbol ya no lo es, y si fue un escándalo que se pudieran sustituir jugadores (ya no se buscan un macho man como Beckenbauer con un hombro dislocado jugando el Mundial de Inglaterra, allá por el 1966), o que se pudiera sacar tarjetas amarillas y rojas (pero, ¿no era un juego de hombres, vamos... ¿tarjetitas a mí?, dijeron algunos ), estos cambios constantes en el juego (y no digamos en la televisión con sus anuncios sobre el césped, etc...) son una auténtica revolución que da por muerta la inmortalidad que parecía existir en reglas y formas de jugar.

Esto da que pensar y, si bien estamos hablando de un libro de relatos de 1950, que el grandioso Isaac Asimov nos legó para siempre, el “Yo, Robot” del autor ruso-americano debe volver a los estantes y, por supuesto, recomiendo o una relectura o, para los más jóvenes, que habrán visto la película de Will Smith de hace unos pocos años, que se lo lean, que van a disfrutar de lo grande, casi tanto como si estuvieran posteando o instagrameando (y perdonen los “palabros”). Cuídense de esa que dicen sexta ola, porque hemos de poder disfrutar de las fiestas que se acercan.