Opinión

Las ventanas FIBA iluminan el futuro

El bloqueo NBA y Euroliga precipitó una gran desbandada en La Fonteta, pero ahora toca sacar las conclusiones positivas

Partido de Euroliga entre el Valencia basket y el Bayern de Munich

Partido de Euroliga entre el Valencia basket y el Bayern de Munich / FRANCISCO CALABUIG

Se quejaba y con razón Joan Peñarroya en la previa de la aperturas de las famosas ventanas FIBA. El baloncesto, lejos de exhibir una unión que lo haría más fuerte, sigue mostrando fisuras entre todas las partes que lo conforman y con una defensa de los intereses particulares por encima del bien colectivo. Inmersos en plena competición, la Liga Endesa tuvo que hacer un obligado paréntesis que dejó al Valencia Basket con solo un efectivo para entrenar, Josep Puerto. El bloqueo a los jugadores NBA y Euroliga hizo que los seleccionadores tuvieran su principal nicho en los clubes que compiten en la Eurocup, lo que provocó una auténtica desbandada en La Fonteta. Ya de vuelta, toca extraer lo positivos que han sido esos partidos para los taronja. 

Todos ellos han tenido un protagonismo y un impacto brutal en sus combinados. López-Arostegui, Labeyrie, Hermannsson, Van Rossom, Prepelic y Rivero han sido capitales y ahora, aunque se han perdido durante unos días la rutina del día a día en casa, toca extrapolar ese buen rendimiento al equipo para que siga en Liga Endesa y competición continental. No quiero olvidar a Pradilla, que ha vivido una experiencia con la absoluta que estoy seguro de que va a tener continuidad. A eso debe aferrarse Peñarroya, que cuenta con menos de una semana para volver a poner en marcha una maquinaria que a trancas y barrancas y con muchas bajas e inconvenientes llegó al parón en su mejor racha de victorias.

A todos ellos habrá que unir a Dubljevic y Tobey. Mención especial para el neoyorquino que tras demasiadas semanas lesionado ya ha comenzado a entrenar. Habrá que tener paciencia con él, pero el hecho de poder entrar en dinámica y ser una opción más en la pintura, tiene que tomarse como una gran noticia en una enfermería, toco madera, no debe seguir ganando más adeptos.

El único jugador que se quedó en València, Josep Puerto, reconoció hace muy pocos días en una entrevista en este mismo periódico que Peñarroya tiene una gran virtud, la de entender a los jugadores. Es una evidencia que confirma que el vestuario tiene una confianza plena en el técnico y que además está ávido de demostrar que pese a que la campaña arrancó convulsa, hay mimbres para poder optar a todo. El escaparate internacional ha reflejado a un grupo de jugadores referentes en su países, y aunque han habido importantes ausencias, demuestran que hay equipo y bloque para creer en él. La medida de riesgo de no buscar refuerzos temporales parece que no ha dejado tantos daños colaterales como se podía esperar, al menos de momento. La entrada de los jugadores jóvenes y el crecimiento exponencial respecto al año pasado de Pradilla y Puerto son el mejor ejemplo.

Palo fuerte

Esta situación también se da ahora en el equipo femenino. El gran palo por la lesión de Raquel Carrera va a suponer la oportunidad de que jugadoras formadas en l´Alqueria tengan la oportunidad de ser partícipes de una plantilla cinco estrellas. Lorena Segura y Claudia Contell han enseñado el camino para que otras vayan poco a poco haciéndose un hueco y sobre crezcan mucho más rápido de lo que se podía esperar. La apuesta del club ideaba un hipotético escenario que se ha dado en el que el producto de casa siempre estará muy por delante del que pueda exportarse.

Una licencia para acabar. Un servidor será uno de los miles corredores que tomará las calles en el Maratón Valencia Trinidad Alfonso EDP. Una prueba que intimida y motiva a partes iguales y que sobre todo va a suponer la vuelta del corredor popular, sin duda su gran esencia. Como apunta mi buen amigo, Fernando Brevers, toca recoger lo trabajado durante estos meses. Así sea.