Al César lo que es del César y a Wass lo que es de Wass

Wass está siendo un profesional y tras un verano movido es el jugador con más minutos de la plantilla esta temporada

Wass es uno de esos jugadores que siempre acaba jugando

Wass es uno de esos jugadores que siempre acaba jugando / JM López

Pablo Leiva

Pablo Leiva

El verano de Wass no fue el mejor en las formas. Esa intención de marcharse podía ser hasta lógica pero apretó en exceso en algún momento y eso dejó una situación extraña, que además ocultaba una realidad: todos los años juega y aunque su nivel puede ser más o menos discutible según algún tramo al final cumple. Este año sin ir más lejos el doble pivote con Hugo Guillamón ha tenido tramos de dominio y al contrario de lo que muchas voces apuntaban ha ofrecido un rendimiento muy superior al de Racic hasta la fecha. Mañana no se sabe qué pasará pero de momento hoy ha jugado más y mejor que el serbio. Y eso es evidente.

A mí, que nunca le vi un perfil demasiado bueno para un doble pivote, me ha demostrado que puede cumplir y rendir en lo que le pide Bordalás en una plantilla que necesita refuerzos precisamente en esa posición. Pero mientras no llegan, Wass está siendo un profesional y a unos meses de terminar contrato no se ha borrado en ningún momento. En otras etapas no valía solo con eso pero al menos está siendo un jugador honrado. Ese nivel del danés sin embargo no puede ocultar que en el mercado invernal hay que ir sí o sí a por un central y un futbolista para la medular. A ser posible un jugador que tenga un perfil y un rol para robar en campo rival y para tirar presiones constantemente y durante 90 minutos. Porque la segunda vuelta no va a ser fácil y Europa es el único camino posible.