Opinión

Lim, se abre el telón

Hay que hacer mucho más si el objetivo no es fiarlo todo a la final de Copa. Pero Bordalás sabe lo que hay

Anil, en el Palco de Mestalla

Anil, en el Palco de Mestalla / Francisco Calabuig

Hay que hacer mucho más que tirar de centrales y apostar por la portería a cero en Mestalla, al menos si el objetivo es no fiarlo todo a la carta de la final de Copa. Aunque con el empate contra el Cádiz es cierto que está más cerca en puntos, la realidad es que Europa se ha vuelto a alejar en sensaciones. Con menos ausencias que otros días pero condicionado por los internacionales, el Valencia desaprovechó una oportunidad en bandeja para pisarle los talones al Villarreal. La séptima plaza por la Conference sigue a tiro, pero la sexta por la Europa League podría acabar este lunes a más de tres partidos si la Real le gana al Espanyol. Es una evidencia que Bordalás sabe lo que hay, que no se fía de lo que tiene y que en su cabeza lo primero es la cita en La Cartuja. Así se explica que no corriera ningún riesgo con Foulquier, que levantase el pie con Gayà y que respirase aliviado después del trago de que a Bryan Gil se lo llevaran a la sillita de la reina.

PROTESTAS

Pinchó la manifestación post-partido. A pesar de que a la convocatoria espontánea se sumaron el sábado Libertad y la Agrupación, apenas fueron unos centenares de aficionados los que se dieron cita con sus pancartas y protestas a las puertas de Mestalla. Tampoco hacían falta más. Dentro ya se había dictado sentencia con el cántico de «¿dónde están las entradas, las entradas dónde están»?. Una pregunta dirigida al palco, donde una vez más el presidente escuchó llover. La frontera entre el valencianismo y los dirigentes de Lim es cada vez más gruesa. Un telón de acero.

AGRIDULCE

Aunque contaba con la victoria del Valencia para que fuese uno más, también ha recortado puntos con la permanencia el Levante. Después de mucho tiempo, el equipo granota ya no es el farolillo rojo. Ver para creer porque hubo un momento en el que estuvo desahuciado. Un hilo de esperanza, sin embargo, que no camufla el calendario de órdago que se le viene encima y ante el que no queda otra que continuar peleando. Lo saben todos, incluido un Felipe Miñambres que de momento no cierra la puerta a nadie ni lo contrario.